Inicia tu meditación escuchando este canto. Repítelo en tu corazón
Cristo Jesús – Taizé
Textos bíblicos
Primera Lectura: 2 Reyes 5, 1-15
Salmo 41 y 42
Evangelio: Lucas 4, 24-30: Como Elías y Eliseo, Jesús no ha sido enviado sólo a los judíos
Reflexión
«Ningún profeta es bien recibido en su patria». Jesús lo está experimentando en primera persona. El motivo que empuja a los nazarenos a no aceptar la predicación evangélica es su decisión de no reconocer que Jesús tenga autoridad sobre sus vidas. Es demasiado parecido a ellos, saben de dónde viene, quiénes son sus parientes, no puede venir de lo Alto. Pero este es el misterio mismo del Evangelio: son palabras simples, humanas, y sin embargo en ellas es Dios mismo el que habla. Y en aquellos que se dejan moldear por el Evangelio hay un reflejo de la autoridad de Dios.
La fe significa una mirada que ve más allá de la apariencia y sabe confiarse al Espíritu de Dios, que habla a través de su Iglesia y de todos aquellos que continuamos encontrando en nuestro camino. Quien es pobre y necesitado, quien se siente un mendigo de sentido y de amor, consigue dejarse tocar el corazón por las palabras evangélicas y los testigos de la fe. Por el contrario, quien está lleno de su propio orgullo no tiene oídos para escuchar, ni mente para comprender, ni corazón para apasionarse; está lleno de sí mismo y piensa no necesitar a nadie.
Los habitantes de Nazaret, ante la reacción de Jesús, que pone de manifiesto su incredulidad, se rebelaron y trataron de matarlo arrojándolo por un precipicio, pero Jesús –escribe el evangelista– siguió su camino. El Evangelio, a pesar de las veces que intentamos arrojarlo fuera, permanece siempre como fuente que brota hasta la vida eterna.
Revisa tu vida:
¿Permites a los demas que enriquezcan tu vida con los dones que han recibido o tu autosuficiencia lo impide?
Propósito:
No seas autosuficiente. Deja que otras personas te ayuden.
Jaculatoria:
Estoy sediento del Dios que da la vida
Concluye tu meditación escuchando y apropiándote este canto:
Nada te turbe – Taizé