La pregunta que se hace Gedeón seguro nos la hemos hecho más de una vez: «¿Por qué han caído sobre nosotros tantas desgracias?»
Es la pregunta que se hace quien descubre que tiene una enfermedad terminal, o quien ha quedado sin empleo por meses eternos, o quien aprende un día que su país es la fácil presa de un sistema económico que asesina sin entrañas a los pequeños, o quien simplemente siente que naufraga en la vorágine de su propia depresión.
La respuesta que da el ángel del Señor no tiene las características de un emplasto emocional, ni tampoco de una conclusión filosófica o racional. Sin embargo, estoy seguro de que sentimos su vigor: «Usa la fuerza que tienes, para ir a salvar a Israel». Quizá podemos más de lo que creemos; quizá la fuerza que estamos malgastando en criticar a Dios o murmurar de la humanidad estaría mejor empleada en buscar una salida, no para nosotros solos sino para nuestro pueblo.
Ahora bien, la respuesta se completa. Cuando Gedeón reconoce su fragilidad viene la segunda parte de la réplica de Dios: «Yo estaré contigo».
De aquí concluimos dos cosas básicas: al mal no se responde con muchas teorías sino con acciones, en primer lugar. Y en segundo lugar: las acciones brotan de criticar menos y hacer más, y para eso necesitamos reconocer la presencia y acción de Dios en medio de nosotros.
22 agosto 2023. Textos bíblicos y mensaje del martes de la XX semana del tiempo ordinario.