¿Por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente?

Tiempo Ordinario

Viernes de la XXIX semana

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora? Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo”. Palabra del Señor.

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Con las palabras «dijo a la multitud», el relato del evangelio de Lucas que hemos venido leyendo casi de corrido, nos indica que comienza una nueva etapa en la formación que Jesús ofrece en el camino hacia Jerusalén.  En ella Jesús hace nuevos llamados a la conversión.

En consonancia con la invitación que Jesús ha venido haciendo para que su Palabra sea “escuchada” y a partir de ella se inicie una camino de conversión y compromiso en el seguimiento, en el texto que leemos hoy Jesús insiste sobre este tema a partir de dos realidades bien conocidas por los oyentes: la experiencia cotidiana del pronóstico del tiempo y la necesidad de poner en orden las cuentas, antes que se venga un problema financiero grave sobre la casa.

En ambos casos, el análisis de la situación, conduce a una toma de decisiones. El segundo caso, de manera especial, subraya la urgencia de esta toma de decisiones.

Primera situaciónel análisis de los signos de los tiempos. Los cambios climáticos y las lluvias nos llevan a tomar decisiones en nuestra agenda o en tipo de ropa que usaremos.  Jesús dice que si sabemos interpretar los signos metereológicos, como no sabemos interpretar los signos del Reino que están presentes en su enseñanza y en sus obras!

La comparación con el “pronóstico del tiempo” subraya la secuencia ver-interpretar- verificar.  La “hipocresía”, con la que Jesús califica a los fariseos y escribas que se niegan a dar el paso de la conversión, Jesús se la aplica a la gente que no ejercita su facultad de discernimiento por una cierta rigidez interna: ¿cómo es que una persona que sabe ver todos los días los signos de los tiempos, no es capaz de ver los signos de la acción de Dios en el ministerio de Jesús?  Jesús dice: «¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora?».

Segunda situaciónel caso del deudor. Jesús evoca –en forma de parábola– la situación de un hombre que tiene una deuda y al cual le van a aplicar la ley para que haga el pago respectivo.  Este hombre tiene dos opciones: o hace una conciliación, esto es, hace una negociación, con su adversario, o se atiene a las consecuencias, esto es, se va a la cárcel.  Con este ejemplo, Jesús nos subraya que es importante que arreglemos nuestros propios asuntos antes que sea demasiado tarde y ya no podamos echar para atrás, porque el momento crucial se acerca.

Aunque el énfasis de esta parábola está en “la decisión tomada a tiempo”, también se recalca que previo a tal decisión está el discernimiento, la ponderación de la situación en sus diversas facetas y decidiendo con inteligencia y buen sentido.  Cuando la vida va camino hacia la ruina, hay que detenerse para reflexionar y optar por una nueva ruta.

Frente a la persona de Jesús y su mensaje, cada uno de nosotros está siendo invitado continuamente a observar, escuchar, analizar sus signos y tomar la sabia decisión de escogerlo a él,  orientando la vida por la ruta que los signos discretos de su presencia nos señalan.

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