No has glorificado al Dios que tiene en sus manos tu vida y tu actividad

Tiempo Ordinario

Miércoles de la XXXIV semana

En aquellos días, el rey Baltasar dio un gran banquete en honor de mil funcionarios suyos y se puso a beber con ellos. Animado por el vino, Baltasar mandó traer los vasos de oro y de plata que su padre, Nabucodonosor, había robado del templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus funcionarios, sus mujeres y sus concubinas.

Trajeron, pues, los vasos de oro y de plata robados del templo de Jerusalén, y en ellos bebieron el rey y sus funcionarios, sus mujeres y sus concubinas. Bebieron y comenzaron a alabar a sus dioses de oro y plata, de bronce y de hierro, de madera y de piedra.

De repente aparecieron los dedos de una mano, que se pusieron a escribir en la pared del palacio, detrás del candelabro, y el rey veía cómo iban escribiendo los dedos.

Entonces el rey se demudó, la mente se le turbó, le faltaron las fuerzas y las rodillas le empezaron a temblar.

Trajeron a Daniel y el rey le dijo: “¿Eres tú Daniel, uno de los judíos desterrados, que mi padre Nabucodonosor trajo de Judea? Me han dicho que posees el espíritu de Dios, inteligencia, prudencia y sabiduría extraordinarias. Me han dicho que puedes interpretar los sueños y resolver los problemas.

Si logras leer estas palabras y me las interpretas, te pondrán un vestido de púrpura y un collar de oro y serás el tercero en mi reino”.

Daniel le respondió al rey: “Puedes quedarte con tus regalos y darle a otro tus obsequios. Yo te voy a leer esas palabras y te las voy a interpretar.

Tú te has rebelado contra el Señor del cielo: has mandado traer los vasos de su casa, y tú y tus funcionarios, tus mujeres y tus concubinas han bebido en ellos; has alabado a dioses de plata y de oro, de bronce y de hierro, de madera y de piedra, que no ven ni oyen ni entienden, pero no has glorificado al Dios que tiene en sus manos tu vida y tu actividad. Por eso Dios ha enviado esa mano para que escribiera.

Las palabras escritas son: ‘Contado, Pesado, Dividido’ y ésta es su interpretación.

‘Contado’: Dios ha contado los días de tu reinado y les ha puesto límite. ‘Pesado’: Dios te ha pesado en la balanza y te falta peso. ‘Dividido’: Tu reino se ha dividido y se lo entregarán a los medos y a los persas”. Palabra de Dios.

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La historia está llena de enigmas. El libro de Daniel los describe en forma de visiones y de sueños. Los símbolos, las palabras y los números deben interpretarse para comprender su sentido oculto. Pero no se trata de ponerse ante panoramas de esoterismo o, aún peor, ante escenarios de superstición, como pasa hoy fácilmente. 

El lenguaje del libro de Daniel, como en general el de la apocalíptica, se manifiesta mediante símbolos y números para estimularlos a ir más allá de lo que normalmente vemos de manera superficial. La Palabra de Dios nos ayuda a entendet el misterio, a no quedarnos en la superficie de los hechos y de la historia. ¿Por qué terminan los reinos y los imperios, incluso los más poderosos? 

El libro de Daniel reinterpreta la historia y en este breve texto da una explicación: «Como se volvió soberbio y arrogante, fue destronado y despojado de su gloria» (v. 20). Se describe el orgullo como la causa de la rutina de los imperios que ha dominado la historia. 

Daniel, el sabio de Dios, va más allá de la gloria efímera de la riqueza y del poder, que parece erigirse por encima de los pueblos durante un tiempo indefinido. Hace falta un hombre de Dios, cuya sabiduría provenga de él, para comprender el misterio de la historia y para no quedar encerrado en una manera de pensar dominada por el poder que nos somete a los demás y que nos da libertad.


[1] Paglia, Vincenzo. La Palabra de Dios cada día – 2023. Edición en español. pp. 408-409.

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