Los soberbios y malvados serán como la paja

Tiempo Ordinario

Jueves de la XXVII semana

Textos

Del libro del profeta Malaquías (3, 13-20)

“Ustedes me han ofendido con sus palabras, dice el Señor, y todavía preguntan: ‘¿Qué hemos dicho contra ti?’ Han dicho esto: ‘No vale la pena servir a Dios. ¿Qué hemos ganado con guardar sus mandamientos o con hacer penitencia ante el Señor de los ejércitos? Más bien tenemos que felicitar a los soberbios, pues hacen el mal y prosperan, provocan a Dios y escapan sin castigo’”.

Entonces, los que temen al Señor hablaron unos con otros.

Y el Señor puso atención y escuchó lo que decían y se escribió ante él un libro en el que están registradas las obras y los nombres de los que temen al Señor y lo honran.

“El día que yo actúe, dice el Señor de los ejércitos, ellos serán mi propiedad personal y yo seré indulgente con ellos, como un padre es indulgente con el hijo que lo obedece.

Entonces verán la diferencia entre los buenos y los malos, entre los que obedecen a Dios y los que no lo obedecen.

Ya viene el día, ardiente como un horno, y todos los soberbios y malvados serán como la paja. El día que viene los consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles ni raíz ni rama. Pero para ustedes, los que temen al Señor, brillará el sol de justicia, que les traerá la salvación en sus rayos”. Palabra de Dios.

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Mensaje[1]

El profeta Malaquías -que significa «el Señor es mi ángel»- vivió hacia mediados del siglo V a.C. y acompañó la reforma de Nehemías. Con un estilo directo, en diálogo con los oyentes, como se ve en el pasaje que hemos leído, quiere hacer que el pueblo de Israel lea la situación que está viviendo a través de una atenta escucha de la Palabra de Dios. 

Si la escuchamos, ilumina el tiempo en el que vivimos. En realidad, se había debilitado entre el pueblo de creyentes -también entre los más devotos- la confianza en la justicia de Dios, en vista de que los soberbios y los violentos siempre se salen con la suya: «Es inútil servir a Dios; ¿qué ganamos con guardar sus mandamientos o con hacer duelo ante el Señor del Universo? Más bien hemos de felicitar a los arrogantes, que aun haciendo el mal prosperan, y aun tentando a Dios escapan impunes».

A pesar de la desconfianza de los creyentes, el Señor no reacciona con la amenaza de castigos, sino más bien con un gesto de comprensión. Hace que resgistren en un libro los nombres y las acciones de los creyentes como signo y testimonio de que nunca serán olvidados. 

Al final de los tiempos, los justos serán considerados «propiedad» del Señor, es decir, que pertenecerán a él. Aquellos días se verá claramente la suerte de los justos y la de los injustos. Sobre los justos brillará el «sol de justicia», que les protegerá con sus rayos. La tradición espiritual cristiana ha visto en ese sol el nacimiento de Jesús, que vino a poner luz en las tinieblas de la tristeza y a someter el poder del maligno.


[1] Paglia, Vincenzo. La Palabra de Dios cada día – 2023. Edición en español. pp. 359-360.

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