La creación espera la revelación de la gloria de los hijos de Dios.

Tiempo Ordinario

Martes de la XXX semana

Textos

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos (8, 18-25)

Hermanos: Considero que los sufrimientos de esta vida no se pueden comparar con la gloria que un día se manifestará en nosotros; porque toda la creación espera, con seguridad e impaciencia, la revelación de esa gloria de los hijos de Dios.

La creación está ahora sometida al desorden, no por su querer, sino por voluntad de aquel que la sometió, pero dándole al mismo tiempo esta esperanza: que también ella misma va a ser liberada de la esclavitud de la corrupción, para compartir la gloriosa libertad de los hijos de Dios.

Sabemos, en efecto, que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.

Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía objeto de esperanza.

Esperar lo que ya se posee no es tener esperanza, porque, ¿cómo se puede esperar lo que ya se posee? En cambio, si esperamos algo que todavía no poseemos, tenemos que esperarlo con paciencia. Palabra de Dios.

Descargar los textos en PDF

Mensaje[1]

El apóstol Pablo, inspirándose en la narración de la creación, recuerda que el universo entero está sometido a la «caducidad», es decr, a la necesidad del pecado. «La creación, en efecto, fue sometida a la caducidad, no espontáneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza de ser liberada de la esclavitud de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios». 

Es como decir que la esperanza del rescate y de la redención está escrita en lo más profundo de la vida de todo hombre, al igual que en las vósceras de la misma creación. El apóstol parece instituir una relación íntima entre el hombre, que espera la plena manifestación del hijo de Dios, y las criaturas. 

Pablo compara esta espera de la creación con una mujer embarazada: Se trata de una espera larga que ya ha empezado en el momento de la caída. Junto a la creación también los creyentes «gimen» interiormente. Estos, en efecto, poseen «las primicias del Espíritu» e impulsan también la resurrección de la creación.

Ante esta página del apóstol viene a la memoria la salvaje destrucción del medio ambiente, del clima y de la tierra, que parece acelerarse en nuestros días. Es urgente dar respuesta al anhelo de redención que también manifiesta a su modo la creación, y vivir en la esperanza que el amor por el futuro manifiesta en los cristianos. En la perseverancia de la oración, el apóstol nos invita a tener esperanza en el amor futuro sabiendo el amor de Dios lo habita.


[1] Paglia, Vincenzo. La Palabra de Dios cada día – 2023. Edición en español. p. 78.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *