Inicia tu meditación escuchando este canto. Repítelo en tu corazón
Textos bíblicos
Primera Lectura: Deuteronomio 30, 15-20
Salmo 1
Evangelio: Lucas 9, 22-25: El qué pierda su vida por mi, la salvará
Reflexión
En este tiempo de Cuaresma es bueno reflexionar sobre la responsabilidad que cada uno de nosotros tiene ante sí: la elección del camino del bien o del mal. Jesús vuelve a este tema en el pasaje del Evangelio: «Quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, la salvará».
El instinto que nos hace pensar sólo en nosotros mismos y desinteresarnos de los demás, nos hace ser hostiles y violentos. Jesús nos advierte que siguiendo esta lógica lo perdemos todo. El amor solo por uno mismo lleva inexorablemente a perder la paz e incluso la vida. Por el contrario, quien gasta su vida, su tiempo, sus energías, su riqueza, para construir un mundo más justo, gana ante Dios; y por lo tanto para él y para los demás. Jesús advierte: «¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye?».
Jesús con su ejemplo nos enseña el camino y nos explica cuáles son las exigencias del seguimiento del Evangelio: negarse a sí mismo y tomar la propia cruz. Este camino es el de la verdadera ganancia. Quienes quieran conservar su vida, es decir, sus costumbres y tradiciones egocéntricas; quienes se apasionen por Evangelio y por los pobres volverán a encontrar una vida enriquecida y salvada.
Revisa tu vida:
¿Estás «entumido» espiritualmente? Apaga el televisor o pon en silencio tu celular y busca a una persona sola o necesitada y compártele algo de ti, aunque sea una sonrisa.
Propósito:
Aprende a perder para ganar. “Pierde” tu tiempo haciendo algo de provecho para los demás
Jaculatoria:
Dichoso el hombre que confía en el Señor
Concluye tu meditación escuchando y apropiándote este canto: