Inicia tu meditación escuchando este canto. Repítelo en tu corazón
Cristo ha resucitado – Taizé
Textos bíblicos
Primera Lectura: Hechos 10, 34. 37-43
Salmo 117
Segunda Lectura: 1 Corintios 5, 6-8
Evangelio: Juan 20, 1-19: El debía resucitar de entre lo muertos
Reflexión
María iba al sepulcro con el corazón triste. Apenas llega ve que la piedra de la entrada, una losa pesada como toda muerte y toda separación, ha sido apartada. Corre de inmediato hacia Pedro y Juan: «¡Se han llevado del sepulcro al Señor!». y añade: «No sabemos dónde le han puesto». La tristeza de María por la pérdida del Señor, aunque sea solo de su cuerpo muerto, cuestiona nuestra frialdad y nuestro olvido de Jesús, incluso vivo.
Solo con sus sentimientos en el corazón es posible encontrar al Señor resucitado. Son ella y su desesperación los que hacen moverse a Pedro y al otro discípulo que Jesús amaba. «Corren» hacia el sepulcro vacío. Es una carrera que expresa bien el ansia de todo discípulo, de toda comunidad, que busca al Señor. Quizá también nosotros debamos reemprender la carrera. La Pascua también es prisa. Llegó a la tumba en primer lugar el discípulo del amor, Juan: el amor hace correr más rápido, y hace esperar a la fe de Pedro, que le seguía.
Pedro entró primero y observó un orden perfecto: las vendas estaban en su sitio como si se hubiera sacado de ellas el cuerpo de Jesús, y el sudario estaba «plegado en un lugar aparte». No había habido ni manipulación ni robo: era como si Jesús se hubiera liberado solo. No tuvo que desatar las vendas, como en el caso de Lázaro. También el otro discípulo entró y «vio» la misma escena: «Vio y creyó», dice el Evangelio.
Revisa tu vida:
El Evangelio es resurrección, es renacer a una vida nueva. El Señor te hace participar de su vida nueva. La cuaresma te hizo enfrentar tus tentaciones y tu egoìsmo, puso delante de ti el testimonio luminoso de la entrega de Jesús, te hizo contemplar la fidelidad de Dios
Propósito:
¡Resucita con Cristo, vive con él, comparte con los demás tu alegría!
Jaculatoria:
Éste es el día del triunfo del Señor. Aleluya