¿A qué se parece el Reino de Dios?

Tiempo Ordinario

Martes de la XXX semana

Textos

En aquel tiempo, Jesús dijo: “¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas”.

Y dijo de nuevo: “¿Con qué podré comparar al Reino de Dios? Con la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina y que hace fermentar toda la masa”. Palabra del Señor.

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En el evangelio de hoy, nos encontramos con dos parábolas del Reino.

El Reino de Dios es semejante a una semilla de mostaza. Esta semilla es muy común en Palestina, de modo particular junto al lago de Galilea. Es conocida por su singular pequeñez. Jesús usa esta imagen para expresar su esperanza de que sus discípulos tengan un mínimo de fe: “Si tuvieran fe como un grano de mostaza…”. 

La parábola que leemos ahora es muy sencilla: compara dos momentos de la historia de la semilla: cuando es sembrada y cuando se hace un árbol.  Por tanto, la función del relato es explicar el crecimiento extraordinario de una semilla que se entierra en el propio jardín, a lo que sigue un crecimiento asombroso al hacerse un árbol. 

Al igual que esta semilla, el Reino de Dios tiene también su historia: el Reino de Dios es la semilla enterrada en el huerto, lugar que en el Nuevo Testamento indica el lugar de la agonía y de la sepultura de Jesús; sigue después el momento del crecimiento en el que llega a ser un árbol fecundo, abierto a todos.

El Reino de Dios es semejante a la levadura. La levadura se esconde en tres medidas de harina. En la cultura hebrea, la levadura era considerada un factor de corrupción, hasta el punto que se eliminaba en las casas para no contaminar la fiesta de Pascua, que justamente empezaba la semana de los ázimos. 

El uso de este elemento negativo para describir el Reino de Dios era un motivo de perturbación para los oídos de los judíos. Pero el lector percibe su fuerza convincente: es suficiente meter una pequeña cantidad de levadura en tres medidas de harina para conseguir una gran cantidad de pasta. Jesús anuncia que esta levadura, escondida o desaparecida en las tres medidas de harina, después de un tiempo, hace crecer la masa.

Lucas piensa en la Palabra de Jesús que ya está creciendo pero que todavía no se ha convertido en árbol. Jesús y el Espíritu Santo están dando soporte a este crecimiento de la palabra. La imagen de la levadura completa el cuadro de la semilla. La levadura es el Evangelio que actúa en el mundo, en la comunidad eclesial y en cada creyente.

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