Reflexionen sobre su situación: han sembrado mucho, pero cosechado poco

Tiempo Ordinario

Jueves de la XXV semana

Textos

Del libro del profeta Ageo (1, 1-8)

El día primero del mes sexto del año segundo del rey Darío, la palabra del Señor se dirigió, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Yosadac, sumo sacerdote, y les dijo: “Esto dice el Señor de los ejércitos: ‘Este pueblo mío anda diciendo que todavía no ha llegado el momento de reconstruir el templo’ ”.

La palabra del Señor llegó por medio del profeta Ageo y dijo: “¿De modo que es tiempo de vivir en casas con paredes revestidas de cedro, mientras que mi casa está en ruinas? Pues ahora, dice el Señor de los ejércitos, reflexionen sobre su situación: han sembrado mucho, pero cosechado poco; han comido, pero siguen con hambre; han bebido, pero siguen con sed; se han vestido, pero siguen con frío, y los que trabajaron a sueldo echaron su salario en una bolsa rota”. Esto dice el Señor de los ejércitos: “Reflexionen, pues, sobre su situación. Suban al monte, traigan madera y construyan el templo, para que pueda yo estar satisfecho y mostrar en él mi gloria, dice el Señor”. Palabra de Dios.

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Mensaje[1]

De todos los profetas de Israel, Ageo es el que más insiste en la reconstrucción del templo. Su profecía se sitúa en el año 520 a.C., cuando el templo de Jerusalén es todavía un montón de ruinas. Los judíos ya habían vuelto del exilio, pero todavía no habían reconstruido el templo.

Durante seis meses Ageo predica casi exclusivamente sobre la necesidad de reconstruirlo. También hay que decir que la mayoría de la gente vivía en condiciones de extrema pobreza: la sequía había echado a perder las cosechar y había provocado que el desierto ocupara zonas de cultivo. 

Además, años atrás, la hostilidad de los samaritanos los había desanimado a intentar reconstruir el templo (Esd 4, 4-5). Por otra parte, ¿por qué debían preocuparse por la presencia de Dios, cuando su situación es caracterizaba por una suerte adversa y por el dominio de una potencia extranjera? 

El profeta Ageo quiere que el pueblo de Iarael reflexione sobre la triste situación en la que se encuentra: «Prestad atención a la situación en que os halláis». La tragedia que estaban viviendo se debía, en realidad, a su alejamiento de Dios.

Aquello era cierto para el pueblo del Señor entonces y todavía lo es hoy. ¿Cuántas veces olvidamos al Señor y pensamos solo en nosotros mismos, convirtiéndonos así en cómplices de una vida triste no solo para nosotros, sino también para los demás?

Vienen a la memoria las palabras que Jesús dijo a aquellos que los seguían: «Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas os darán or añadidura» (Mt 6, 33)


[1] Paglia, Vincenzo. La Palabra de Dios cada día – 2023. Edición en español. pp. 345-346.

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