Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón

Tiempo Ordinario

Sábado de la XVIII semana

Textos

Del libro del Deuteronomio (6, 4-13)

En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas.

Graba en tu corazón los mandamientos que hoy te he transmitido. Repíteselos a tus hijos y háblales de ellos cuando estés en tu casa o cuando vayas de camino; cuando te acuestes y cuando te levantes; átalos a tu mano como una señal y póntelos en la frente para recordarlos; escríbelos en los dinteles y en las puertas de tu casa.

Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra que juró dar a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, una tierra con ciudades grandes y ricas, que tú no has construido; con casas rebosantes de riquezas, que tú no has almacenado; con pozos, que tú no has excavado; con viñedos y olivares, que tú no has plantado; y cuando puedas comer hasta saciarte, no te olvides del Señor que te sacó de la esclavitud de Egipto.

Al Señor, tu Dios, temerás y a él solo servirás; sólo en su nombre jurarás”. Palabra de Dios.

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Mensaje[1]

El Texto reproduce la primera redacción de la «Shemá», la antigua oración que todo judío todavía recita hoy día. Esta invitación resume toda la teología del libro del Deuteronomio. El creyente está llamado ante todo a escuchar: ese es el inicio de su fe y el corazón de toda su vida.

Luego se le invita a amar: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas». El amor de Dios es el mandamiento principal del que deriva toda la Ley. Sin amor incluso la Ley, aunque es compañera de la vida, se convierte en obstáculo e impedimento. 

Moisés también exhorta a los creyentes, mientras gozan de bienestar, a no olvidar que fue Dios, quien les liberó de la esclavitud de Egipto. Escuchando continua y fielmente el creyente reconoce que solo Dios es su Señor, aquel que lo ama, que lo ha salvado y en quien puede confiar. Abandonándose totalmente a su único Señor el pueblo encuentra la salvación.

Observar la ley permite que Israel siga en el amor de Dios y experimente su fuerza. La alianza con el Señor lo sostendrá cada día liberándolo de todo peligro.


[1] Paglia, Vincenzo. La Palabra de Dios cada día – 2023. Edición en español. p. 295.

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