¡No solo de pan vive el hombre! Agenda Cuaresmal. Domingo de la semana I

Inicia tu meditación escuchando este canto. Repítelo en tu corazón

Cristo Jesús – Taizé

Textos bíblicos

Primera Lectura: Génesis 2, 7-9; 3, 1-7

Salmo 50

Segunda Lectura: Romanos 5, 12-19

Evangelio: Mateo 4, 1-11:  El ayuno y las tentaciones de Jesús

Reflexión

Jesús ha ido al desierto y se ha quedado allí por cuarenta días. No fue una elección autónoma de Jesús: «fue conducido por el Espíritu» que había recibido en el bautismo. Las tres tentaciones indican la constancia del tentador en asediar a Jesús y la indispensable lucha que se debe emprender. 

El diablo, escribe el evangelista, se acercó a Jesús cuando estaba ya extenuado después de cuarenta días de ayuno, y lo animaba a transformar las piedras en pan. Pero Jesús que después multiplicaría el pan para cinco mil- no pensó en alimentarse a sí mismo. Más bien respondió al tentador con la única fuerza verdadera del creyente, la que brota de la Palabra de Dios. 

El diablo llevó a Jesús al pináculo del templo y le presentó la tentación de afrontar la vida sin el cansancio de caminar con los demás, es la tentación del protagonismo, de no ver a nadie más que a uno mismo. Enseguida, desde la cima de un monte le presentó la tentación del poder, de poseer las cosas. Jesús proclama su libertad afirmando que sólo se postra uno ante Dios. 

La cuaresma es tiempo es oportuno para estar junto al Señor, imitarlo en su lucha contra el mal, y transformar los desiertos existenciales en jardínes de consolación y de amor.

Revisa tu vida: 

El tentador pone en crisis la identidad fundamental de los hijos de Dios. ¿Qué tentaciones pone delante de ti el enemigo malo? ¿Cómo las enfrentas?

Propósito: 

Enfrenta tus tentaciones con la fuerza de la Palabra de Dios.

Jaculatoria: 

Misericordia, Señor, hemos pecado

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