Si con la ayuda del Espíritu destruyen sus malas acciones, entonces vivirán
Toda la vida cristiana se resume en vivir como hijos de Dios. Y eso sólo lo da el Espíritu Santo. ¿Entendemos lo que esto implica?
Implica que nuestros argumentos, costumbres, legislación eclesiástica, liturgia solemne, vida consagrada, y todo lo demás, pueden hasta un cierto punto preparar el camino para la acción del Espíritu, pero no reemplazarlo.
Muchas veces y de muchos modos remplazamos al Espíritu Santo cuando nos rehusamos a orar y a buscar la pureza de mirada, de corazón e de intención que se requieren para que el Espíritu reine más y más en nosotros.
La vida en el Espíritu nos libera de la esclavitud de nuestras necesidades, placeres y búsqueda de seguridad porque al sentir que Dios nos ama y sostiene, somos capaces de no vivir para nosotros mismos y de hacer de nuestra vida un don para los demás.
30 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del lunes de la XXX semana del tiempo ordinario.