El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado
Después de la disputa sobre el ayuno, el evangelista Marcos narra otra disputa, ahora referida a la observancia del Sábado. Los fariseos ven que los discípulos de Jesús, mientras caminan por un sembrado en día de Sábado, recogen espigas para comerlas, transgrediendo así la ley del reposo prescrita para ese día.
Jesús respondió diciendo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado».
Con esta afirmación Jesús quiere mostrar lo que verdaderamente cuenta en la ley: no la observancia formal sino la salvación del hombre. El hombre y su salvación están en el corazón mismo de las Escrituras. En efecto, el Señor ha creado el mundo y ha enviado a su propio Hijo por amor del hombre, para salvarlo del pecado y de la muerte. El creyente, en consecuencia, no está llamado tanto a observar reglas como a responder al amor de Dios y a vivir con amor hacia los demás.
16 enero 2024. Textos bíblicos y mensaje del martes de la II semana del tiempo ordinario.