Mes: noviembre 2024

Sal a los caminos y a las veredas; insísteles a todos para que vengan

El banquete es una imagen habitual en el judaísmo para designar la felicidad del reino mesiánico. Y Jesús hace referencia a él con frecuencia en su predicación; así lo hace en el pasaje evangélico que contemplamos este día. Compara el reino de Dios con un gran banquete, al que se invita a un gran número de personas. Estas, no obstante, cuando los siervos van a llamarlas, rechazan todas la invitación. Cada uno tiene su excusa totalmente comprensible: el primero ha comprado un campo y debe ir a venderlo: el segundo ha comprado dos pares de bueyes y debe probarlos, el último debe incluso celebrar su boda y, evidentemente, no puede ir. 

En cualquier caso todos coinciden en rechazar la invitación por motivo de los improrrogables compromisos que ya han adquirido. No hay duda alguna de que las motivaciones aducidas son serias pero -y ahí está el punto central de la parábola- es mucho más importante optar por el reino de Dios. Esa es la única decisión realmente crucial para la vida. Es la respuesta a la demanda de amistad, de familiaridad y de intimidad que Dios hace a los hombres.

5 noviembre 2024. Textos bíblicos y mensaje del martes de la XXXI semana del tiempo ordinario.

Invita a los pobres… y así serás dichoso

La enseñanza de Jesús en el texto del evangelio que contemplamos, plantea a sus discípulos una nueva manera de entender las relaciones humanas y Jesús lo enseña con su testimonio de vida.

Nuestras relaciones con los demás deben basarse no en la reciprocidad sino en la total gratuidad, porque así es el amor de Dios que abraza a todos y particularmente a los pobres.

La felicidad, contrariamente a lo que se piensa normalmente, consiste precisamente en ampliar el banquete de la vida a todos los excluidos, sin esperar una recompensa por su parte. La verdadera recompensa, de hecho, es poder hacerlo todo con amor, con sentido fraterno y solidario.

4 noviembre 2024. Textos bíblicos y mensaje del lunes de la XXXI semana del tiempo ordinario.

¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?

La enseñanza de este Domingo es oportuna en una sociedad narcisista que lleva a las personas a encerrarse en su propio ego. ¿cómo entender el amor a nosotros mismos del que habla el evangelio? Ciertamente no se trata de un sentimiento de autocomplacencia, ni de emociones egoístas. Se trata de la aceptación de nosotros mismos, con todo lo que somos, con lo que tenemos, con lo que constituye nuestra personalidad, con sus límites y posibilidades. Aceptarnos a nosotros mismos, con toda humildad, es decir, con toda verdad, es aceptar el amor de Dios que nos ha creado, que conforma nuestra persona y que está presente en el centro de nuestra existencia.

Por lo que ve al prójimo, el amor nos exige aceptarlo en su verdad, en lo que lo hace distinto, en su singularidad, y respetarlo como “otro”, distinto de nosotros mismos, con su libertad, voluntad e inteligencia propias, como creatura amada de Dios. En este sentido el amor al prójimo, en la dinámica de este mandamiento principal de la ley de Dios, nunca será y mucho menos se expresará en la dinámica dominación-sumisión. Por el contrario, se expresará en la firme y decidida voluntad de hacerle el bien, ayudándole a realizarse en fidelidad a su condición humana y de hijo de Dios.

3 noviembre 2024. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la semana XXXI del tiempo ordinario. Ciclo B

Él apartará a los unos de los otros

Este Evangelio nos viene a decir que el encuentro decisivo entre el hombre y Dios (decisivo porque sobre ello seremos juzgados de manera definitiva) no tiene lugar en un marco de gestos heroicos y extraordinarios, sino en nuestros encuentros de todos los días, en el ofrecer ayuda a quien la necesita, dar de comer y de beber a quien tiene hambre y sed, en el acoger y proteger a quien está abandonado. 

La identificación de Jesús con los pobres -los llama incluso sus hermanos – no depende de sus cualidades morales o espirituales; Jesús no se identifica sólo con los pobres buenos y honestos. Los pobres son pobres, sin mas, y como tales en ellos encontramos al Señor. Se trata de una identidad objetiva: ellos representan al Señor porque son pobres pequeños, débiles. Porque Jesús mismo se ha hecho pobre y débil.

2 noviembre 2024. Textos bíblicos y mensaje en la conmemoración de todos los fieles difuntos.