Se aferran a las tradiciones de los hombres.
Este pasaje evangélico abre la discusión sobre lo que, es puro e impuro. Es un tema decisivo para la enseñanza de Jesús. Por eso llama a la gente en torno a sí para mostrarles la verdadera dimensión religiosa de la vida, y responde ahora de forma directa a la pregunta que le habían hecho los fariseos sobre por qué los discípulos comían con «manos impuras», es decir, sin lavárselas.
La impureza la causan los actos, palabras o situaciones que alejan al hombre de Dios, que es el «puro», el «santo». Los leprosos, a causa, de su enfermedad eran considerados impuros y por tanto no podían acceder al templo. En el libro del Levítico hay una serie de indicaciones que definen y delimitan la esfera de lo puro y lo impuro, a las cuales es necesario atenerse si se quiere vivir en alianza con Dios.
6 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del martes de la V semana del tiempo ordinario.