¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!
Jesús pide a Simón remar mar adentro y echar las redes al mar. A la palabra de Jesús corresponde la palabra de Simón, que seguro de sí mismo, pues es conocedor del oficio y además ha intentado pescar toda la noche, sabe la dificultad de pescar a aquella hora y de hacerlo con éxito: «hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada». Simón estaba cansado, no lo había comprendido todo, pero las enseñanzas de Jesús lo habían impresionado fuertemente. Y obedeció. Obedecer no comporta siempre comprender completamente; obedecer requiere confianza.
Ante la pesca abundante, Simón pasa de la afirmación de si mismo a la afirmación de Dios; había llamado a Jesús tratándolo como «Maestro»; al darse cuenta de que se encuentra ante un prodigio, ahora se dirige a Jesús llamándolo «Señor», título que se reserva a Dios y le dice: «¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!»
9 febrero 2025. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la V semana del tiempo ordinario. Ciclo C.
¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador! Leer más »