Cristo se hizo pobre por ustedes
San Pablo nos llama a responder a la generosidad divina, primero en la comunidad cristiana, y luego a través de la misión.
Cuando Cristo entra en contacto con nosotros, desde nuestra pobreza y debilidad aprendemos como cristianos a poner todo lo que tenemos al servicio de los demás.
Todos podemos avanzar en la generosidad que empieza por dar de lo que sobra, pasando luego a apoyar pero sacando provecho, luego a ayudar a quien no puede retribuir y finalmente imitando a Jesús que nos amó hasta el extremo de entregar su vida por nosotros.
Textos bíblicos y mensaje del martes de la XI semana del tiempo ordinario.