Los judíos trataban con mayor empeño de matar a Jesús, porque no solo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo «igual a Dios». Por lo demás, la filiación divina es precisamente el corazón del Evangelio, de la buena noticia que Jesús había venido a comunicar a la humanidad.
¡El Señor, consuela a su pueblo! Agenda Cuaresmal. Semana IV. Miércoles
Cuando aquel paralítico ve a Jesús que le pregunta: «¿Quieres recobrar la salud?», renace en él la esperanza. El amor abre siempre el corazón de quien lo recibe. Cuando uno está solo es difícil curarse, si no imposible.
¡Vi salir agua del templo, era un agua que daba vida y fertilidad! Agenda Cuaresmal. Semana IV. Martes.
Mateo nos narra cómo José se ve involucrado en el misterio del nacimiento de Jesús. Habla de José y del drama, doblemente grave, que está viviendo. Había decidido repudiar a su joven esposa en secreto, pero hay un más allá de Dios que el ángel le revela. José lo escucha y comprende lo que está sucediendo a su alrededor y en su interior, convirtiéndose así en discípulo del Evangelio.
¡Yo seré para el un padre y el será para mi un hijo! Agenda Cuaresmal. Solemnidad de San José.
Jesús pregunta al ciego recién curado: «¿Tú crees en el Hijo del hombre?». Jesús busca un amigo, quiere un discípulo que amar, un compañero con el que cambiar el mundo. El ciego respondió: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?». Es la pregunta de la Cuaresma: conocer más a Jesús, contemplar más su rostro, dejarnos tocar más por su amor. Desde el Evangelio escuchamos la respuesta: «El que está hablando contigo, ese es».
¡El hombre se fija en las apariencias, Dios en los corazones! Agenda Cuaresmal. Semana IV. Domingo.
Es la arrogancia fruto del orgullo, que nos hace pensar muchas veces que el mal no tiene nada que ver con nosotros y que sin duda procede de los demás. Caemos así en la lógica del desprecio. Y entonces resulta fácil ver los defectos y las culpas ajenas, en lugar de reflexionar sobre los nuestros.
18 marzo 2023. Textos bíblicos y mensaje del sábado de la semana III de cuaresma.
La enseñanza que Jesús ofrece a los discípulos es la de la necesidad de tener un espíritu humilde al presentarse ante Dios, y pone en evidencia a los que se acercan al Señor con la actitud de ese fariseo que, con bastante presunción y orgullo, se considera justo. Si bien es fácil asumir la actitud del fariseo, es más difícil considerarse pecadores y necesitados de perdón y misericordia.
¡Misericordia quiero y no sacrificios! Agenda Cuaresmal. Semana III. Sábado.
Para comprender porque el amor a Dios y al prójimo constituyen un único mandamiento, antes hay que acoger una invitación: «Escucha, Israel».
Es la invitación que se nos propone cada día en este tiempo de Cuaresma: la necesidad de la escucha de Dios que nos habla. Quien no le escucha sentirá únicamente el ruido de sí mismo, y no podrá vivir plenamente el mandamiento del amor.
¡Yo perdonaré sus infidelidades! Agenda Cuaresmal. Viernes de la semana III
El diablo, el príncipe del mal, no deja de trabajar para que la enemistad se extienda por todas partes. Jesús responde a los que le acusan de estar al servicio del diablo mostrando la contradicción en la que caen: su acción de liberación de los hombres se opone por completo a Satanás y sus siervos. De hecho, el Señor únicamente hace el bien y difunde el amor.
¡Escuchen mi voz! Agenda Cuaresmal. Jueves de la semana III
La historia de la salvación que Dios comenzó con Israel llega a su culminación en Jesús. La Biblia debe ser escuchada página a página, porque cada una contiene un momento de la historia de este extraordinario amor de Dios por los hombres. Cada página debe ser meditada y custodiada con esmero y devoción.
¡Guarden mis mandamientos y pónganlos en práctica! Agenda Cuaresmal. Miércoles de la semana III.
El perdón, como el amor, no tiene fronteras ni límites. Solo de ese modo se desactiva el mecanismo que regenera continuamente el pecado, la división y la venganza entre los hombres.
¡Señor, trátanos según tu clemencia! Agenda cuaresmal. Martes de la semana III