Cuenta lo misericordioso que ha sido el Señor contigo
El endemoniado que sale al encuentro de Jesús es símbolo de las distancias que se crean entre los hombres y que les dividen entre sí. Este hombre, esclavo de una legión de demonios, está obligado a vivir entre los sepulcros, separado de sus conciudadanos; los demonios lo han replegado en sí mismo, no puede vivir con otros, ha perdido el control de si mismo. Es la soledad en la que nos precipitamos cada vez que levantamos muros de división. No es casualidad que en griego «diablo» significa «división». El mal divide, crea distancias, destruye puentes, alza muros, quiere que cada uno viva para sí, que se recorte su espacio individual bien separado y diferente del de los demás. Por esto la cultura individualista de nuestro mundo es precisamente lo opuesto al pueblo que Jesús ha venido a reconducir a la unidad.
29 enero 2024. Textos bíblicos y mensaje del lunes de la IV semana del tiempo ordinario.