Tiempo Ordinario

Los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos.

Parece cosa comprobada que Jesús utilizó algunos de los recursos «pedagógicos» que eran de uso frecuente entre los maestros rabinos. Expresiones como «los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos» tienen una fuerza nemotécnica muy grande. Este modo de hablar hacía que las enseñanzas del Señor quedaran grabadas facilmente en el corazón de sus oyentes, incluso si no podían escuchar completos largos discursos.

El evangelio de hoy pone en escena un pequeño drama que ilustra por qué hay primeros que resultan últimos y últimos que quedan de primeros.

Los «primeros» en este caso son los que fueron contratados en primer lugar; consiguientemente, los «últimos» corresponden a los que llegaron al caer de la tarde. Para todos el poder trabajar fue en sí mismo un regalo, porque todos estaban perdiendo la vida sin dirección ni sentido, pero ese regalo dejó de serlo en la mente de aquellos que lo recibieron primero. Para ellos el regalo se volvió tedio, y la oportunidad, una tarea. Ser los primeros no aumentó en ellos su gratitud sino su capacidad de crítica y de inconformidad. Por eso acabaron de últimos.

A nosotros puede sucedernos lo mismo. En ocasiones sucede que quien ha tenido menos ocasiones de pecar no por ello cuenta en su balance más ocasiones para agradecer. Y pasa también que quien llevó una vida lejana al Señor cuando lo descubre avanza más y mejor por el camino del evangelio que los que siempre estuvieron cercanos a él.

24 septiembre 2023. Textos bíblicos y mensaje del Domingo de la XXV semana del tiempo ordinario.

Cumple fielmente todo lo mandado, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo

Pablo, llegado al final de su mensaje pastoral a Timoteo, lo exhorta con vehemencia conjurándolo a la perfección en su servicio apostólico. Las palabras son elocuentes por sí mismas: le pide un cumplimiento «fiel e irreprochable».

No debemos tomar estas palabras como una exigencia sobrehumana o como un encargo imposible para seres normales. Estas palabras indican más bien el inmenso aprecio que cada ministro de Cristo ha de tener por el trabajo que se la ha confiado y la completa disponibilidad de todos los discípulos para dedicar todo su ser para la obra que Dios quiere hacer en ellos y a través de ellos.

Más que una misión que se confía a unos pocos héroes, la exhortación de Pablo es una proclamación serena pero firmísima de los alcances que visiblemente tiene la obra de la gracia en este mundo. Concebirlo de otra manera sería un canto a las fuerzas de los hombres y no a la misericordia del Señor.

23 septiembre 2023. Textos bíblicos y mensaje del sábado de la XXIV semana del tiempo ordinario.

La raíz de todos los males es el afán de dinero

Pablo no tiene miedo de decir que «la raíz de todos los males es el afán de dinero». El mismo Jesús fue especialmente claro y duro: «No podéis servir a Dios y al Dinero» (Mt 6, 24). La codicia es inconciliable con la piedad cristiana y también con una vida que sea realmente humana.

22 septiembre 2023. Textos bíblicos y mensaje del viernes de la XXIV semana del tiempo ordinario.

Jesús vio a un hombre llamado Mateo y le dijo ¡Sígueme!

La crítica contra Jesús, recogida en el evangelio de hoy, es en el fondo un elogio: «este come con pecadores.» Frase que nació del desprecio y de la envidia, y que sin embargo describe bien el misterio y el ministerio de Jesucristo: es el amigo de los pecadores, el amigo de sus enemigos.

La ley de Moisés prohibía juntarse con el enfermo de lepra, por temor al contagio de la lepra. Con una lógica semejante estos hombres quieren que se prohíba el contacto con los pecadores, por miedo a contagiarse de pecado. No han descubierto que Jesús no quedará sucio, sino que los limpiará. Jesús es el lugar del «bien fuerte», el bien que no se ensucia en contacto con el mal, sino que lo vence y lo limpia. Él es la luz que vence a las tinieblas.

21 septiembre 2023. Textos bíblicos y mensaje en la fiesta de San Mateo apóstol y evangelista.

Es grande el misterio del amor de Dios, que se nos ha manifestado en Cristo

Con ser tan breve, el texto de la primera carta de San Pablo a Timoteo que leemos hoy. contiene dos bellísimos elogios, uno para Jesucristo y otro para su Esposa, la Iglesia.

De la Iglesia se dice que es «casa del Dios vivo» y también que es «columna y fundamento de la verdad». Dos afirmaciones fuertes que muestran a la vez la grandeza del misterio y la profundidad de la vocación que ha recibido la Iglesia. Vienen bien estas afirmaciones en estos tiempos en que se suele mirar y juzgar de la Iglesia de un modo muy simplista, pragmático y externo, incluso por los mismos miembros de la Iglesia.

De Jesucristo encontramos seis calificativos, en dos series de tres, que recorren con admiración enamorada el ser, la obra y la presencia gloriosa del Señor.

La primera serie se refiere a las manifestaciones que el Señor hizo de sí mismo, según el designio del Padre: «hecho hombre, santificado por el Espíritu y contemplado por los ángeles»

La segunda serie pertenece al misterio de Cristo en su Iglesia: «anunciado a todas las naciones, aceptado en el mundo mediante la fe y elevado a la gloria”.

20 septiembre 2023. Textos bíblicos y mensaje del miércoles de la XXIV semana del tiempo ordinario.

¿Cómo podrá cuidar de la Iglesia de Dios quien no sabe gobernar su propia casa? 

Pablo, llegado al final de su vida, sabe que mientras él va declinando hacia su propio ocaso, la obra de la evangelización apenas amanece en el mundo. Y por eso, porque le ha entregado la vida al Evangelio, ahora se ocupa en estas cartas de consolidar en sus discípulos más cercanos aquellos principios que de hecho han regido su propia vida. Es decir: al darnos el retrato de un pastor hasta cierto punto nos da el perfil de su propia alma y de su modo de entrega.

Brillan ante todo las virtudes de la prudencia, el dominio de sí y de lo propio, la capacidad de manejar diferentes situaciones con «los de fuera», y el mantenerse en humildad ante Dios y ante los demás.

Sin embargo, la primera condición es muy alta: que sea «irreprochable».

19 septiembre 2023. Textos y mensaje del Martes de la XXIV semana del tiempo ordinario.

Dios quiere que todos los hombres se salven

Los cristianos católicos buscamos el bien común, entendemos que Dios quiere la salvación de todos y sabemos que el único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo.

Por nuestra oración nos aproximamos a Dios para recibir su amor y por la oración por nuestros hermanos amamos de un modo semejante a Él.

Necesitamos orar mucho por nuestros líderes para que sus corazones conserven un mínimo de libertad, claridad de conciencia y sobre todo que se abra la puerta para que Dios reine en ellos.

18 septiembre 2023. Textos bíblicos y mensaje del Lunes de la XXIV semana del tiempo ordinario.

No te digo que lo perdones siete veces, sino hasta setenta veces siete

La misericordia de Dios es infinita y nos invita a perdonar siempre.

Perdonar no es suponer que no ha pasado nada; es un acto de sensatez, un recapacitar que todos necesitamos y que a todos nos ilumina, transforma y enriquece.

El perdón es imposible al buscar venganza, es necesario al entender que el odio destruye, es sensato porque no tiene sentido odiar, es bendición al sentirme perdonado por Dios.

El que se abstiene de perdonar conserva veneno en su corazón, que no dejará de hacerle daño.

Tres pasos hacia el perdón: 1. Eliminar la soberbia con la conciencia del propio pecado; 2. Asumir el punto presente como nuevo punto de partida; 3. Tomar decisiones que hagan posible un futuro.

17 septiembre 2023. Textos bíblicos y mensaje del Domingo de la XXIV semana del tiempo ordinario.

Cristo Jesús vino a este mundo a salvar a los pecadores

Pablo declara dos veces ser «el primero». Se considera el primero entre los pecadores y el primero entre los signos de la misericordia de Dios, una especie de ejemplo que invita a la fe.

Y como Dios hizo de él un signo de misericordia, con eso mismo lo hizo un instrumento de misericordia a través del ministerio de la predicación. Aquel que ha sido compadecido no tiene más que predicar sino su propia historia. La compasión divina es tan poderosa, en efecto, que hace que nuestro pasado sea un lenguaje en el que ya no se lee ruina sino construcción maravillosa; ya no la herida sino el relato de su curación; ya no el hedor del pecado sino el penetrante y dulce aroma de la gracia.

Los predicadores de la gracia hemos de aprender a ser conocedores de la desgracia, es decir: de nuestras desgracias distintivas, que no son otra cosa que nuestros pecados. Un predicador ajeno al tema del pecado es un predicador ausente del drama del dolor humano y de la epopeya del amor divino.

15 septiembre 2023. Textos bíblicos y mensaje del sábado de la XXIII semana del tiempo ordinario.

Tengan amor, que es el vínculo de la perfecta unión

El nivel de vida y virtud que Pablo espera de los cristianos es alto.. Quiere que seamos «compasivos, magnánimos, humildes, afables y pacientes». Y lo primero que nos llama la atención es cómo en todas ellas brilla más la dimensión de recibir y de acoger que la de emprender o sobresalir.

Lo grande de ser cristiano está decisivamente en la capacidad de construir en otros y con otros.

Pablo nos quiere «compasivos» ante la debilidad o dolor de los demás; el mundo a menudo nos manda ser egoístas y tener cuidado sólo de nuestras metas y nuestro propio confort.

Pablo nos quiere «magnánimos», es decir, de alma grande y horizontes amplios; el mundo pretende que nos concentremos en unas metas y que seamos mezquinos en nuestro manejo de los resentimientos y roces con los demás, como condición para construir nuestro pequeño imperio.

Pablo nos pide «humildad» y el mundo nos reclama autosuficiencia, vanidad, egolatría, apetito de honores y una vida centrada en nosotros mismos y nuestros intereses.

Pablo, en fin, quiere que vivamos en la «afabilidad» y la «paciencia», pero ¿quién más en el mundo estaría interesado en ello? El mundo parece pertenecer a los impacientes, a los implacables, a los inescrupulosos y a los «duros».

14 septiembre 2023 Textos bíblicos y mensaje del jueves de la XXIII semana del tiempo ordinario.