Tiempo Ordinario

Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios

Cristo es confrontado con una pregunta capciosa: ¿hay que pagar impuesto al emperador romano? Estar a favor era aprobar la ocupación extranjera; estar en contra era declararse en rebeldía contra los romanos y poder ser denunciado como amotinador. La respuesta de Jesús fue inesperada para ellos y ha servido de inspiración a muchos. En su brevedad, esta respuesta deja abiertas varias interpretaciones, todas interesantes.

Una, la más inmediata: «Hay cosas que son propias del orden temporal (lo del César) y cosas del orden espiritual (lo de Dios); hay que atender a ambos órdenes.» Esto implica: las responsabilidades civiles no deben suplantar ni impedir, ni pueden ser suplantadas o impedidas por las responsabilidades que conlleva la fe.

Otra, semejante: «no está mal pagar los impuestos a quien tiene la autoridad como gobernante, pero eso no excluye aportar para el templo y el culto.»

Y una última, más sutil: «Devuelvan al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.»
Dar a Dios lo que es de Dios signfiica descubrir la inmensa deuda de gratitud, obediencia y sobre todo AMOR, que tenemos con Él que nos creó a su imagen y semejanza.

22 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XXIX semana del tiempo ordinario.

Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó

Una palabra que nos encontramos con frecuencia en los escritos de San Pablo es «justificación.» Uno entiende que tiene una relación con «justicia» pero ¿qué significa en realidad?

En español salta a la vista la diferencia entre ajustar y ajusticiar. Cuando san Pablo habla de que somos «justificados» por la fe, está diciendo que alcanzamos la justicia. Mientras que el ajusticiado es alcanzado por la justicia, el que es «justificado» en realidad está siendo «ajustado,» es decir, se le está acercando a lo que es justo, a lo que es o debe ser su propia forma de ser.

La justificación entonces indica que se hace justicia pero no en el sentido que uno tiende a entenderlo, o sea, por vía de «ajusticiar,» sino por vía de transformación interna que nos hace próximos al querer de Dios, o sea, por vía de «ajustar.»

Así comprendemos por qué el apóstol insiste en la «justificación por la fe.» La fe nos abre al universo de Dios; nos permite entrar en la escala de magnitud de las obras de Dios. Nosotros entramos en el ámbito de Dios, gracias a la fe porque es a través de ella como le abrimos la puerta para que él entre en lo más profundo de nuestros ámbitos y nos reforme y transforme como sólo él sabe, quiere y puede hacerlo.

21 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del sábado de la XXVIII semana del tiempo ordinario.

Abraham le creyó a Dios y eso le valió la justificación

La primera lectura de estos días nos invita a consdierar el misterio maravilloso de la gracia.

La gracia santificante es un don personal sobrenatural y gratuito, que nos hace verdaderos hijos de Dios y herederos del cielo. La gracia santificante es una cualidad que hace subir de categoría al hombre dándole como una segunda naturaleza superior. Es como una semilla de Dios. La comparación es de San Juan.

Desarrollándose en el alma produce una vida en cierto modo divina, como si nos pusieran en las venas una inyección de sangre divina. La gracia santificante es la vida sobrenatural del alma. Se llama también gracia de Dios. La gracia santificante nos transforma de modo parecido al hierro candente que sin dejar de ser hierro tiene las características del fuego.

La gracia de Dios es lo que más vale en este mundo. Nos hace participantes de la naturaleza divina. Esto es una maravilla incomprensible, pero verdadera. La gracia nos hace participantes de la naturaleza divina, pero no nos hace hombres-dioses como Cristo que era Dios, porque su naturaleza humana participaba de la personalidad divina, lo cual no ocurre en nosotros.

Cuando vivimos en gracia santificante somos templos vivos del Espíritu Santo. La gracia santificante es absolutamente necesaria a todos los hombres para conseguir la vida eterna. La gracia se pierde por el pecado grave.

20 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del viernes de la XXVIII semana del tiempo ordinario.

El hombre es justificado por la fe y no por hacer lo que prescribe la ley de Moisés

La Carta a los Romanos tiene un esquema central: mostrar que toda la humanidad está necesitada de salvación, y luego mostrar que Dios ha provisto esa salvación como un regalo en el sacrificio redentor de Cristo. Sobre esta base, afirma que la fe es la condición única para acoger ese regalo. Con la fe nos abrimos a la gracia y accedemos a la vida del bautismo, que es vida en el Espíritu y en comunión de amor y servicio con los demás hermanos.

Dentro de ese esquema comprendemos las grandes afirmaciones que Pablo hace hoy, y que vienen precedidas por lo que hemos oído los días anteriores sobre la presencia altanera y general del pecado. La clave está en esos versículos: «todos pecaron, todos están privados de la presencia salvadora de Dios; pero todos son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención llevada a cabo por medio de Cristo Jesús» (Rom 3,23-24).

Así, la presencia universal del pecado termina siendo sólo el prólogo inesperado a la presencia universal de la bendición, de la gracia y de la gloria. Todo orgullo queda derribado y sólo Dios es ensalzado.

19 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del jueves de la XXVIII semana del tiempo ordinario.

Adoraron a la creatura en vez de al creador

Lo que describe el texto de San Pablo que hoy leemos es lo que vemos y vivimos en muchas partes del mundo.

El apóstol critica con dolor que no se le da la gloria a Dios; que razonamientos inútiles ofuscan la mente de la gente.

La humanidad sin Dios se degrada porque el corazón no puede dejar de buscar el infinito y si no conoce el infinito de Dios se vuelca hacia el infinito de los ídolos que termina en la degeneración del propio cuerpo.

A la humanidad encerrada en el pecado se ofrece la fe para poder acoger a Jesús como Salvador y entrar a la vida nueva en el Espíritu para llegar a ser comunidad que vive en la caridad y propaga el Evangelio.

17 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del martes de la XXVIII semana del tiempo ordinario.

Dios me concedió la gracia del apostolado

La Carta a los Romanos es, por muchos aspectos, la Carta Magna del cristianismo naciente.
Esta nota introductoria es del P. Pedro Ortiz en la Biblia: «Dios habla hoy».

La Carta a los Romanos, la más extensa de todas las del NT, es también la exposición más amplia del mensaje cristiano que tenemos en los escritos del apóstol Pablo.

Pablo, que había recorrido buena parte de las provincias orientales del Imperio Romano predicando el evangelio, tenía intenciones de llegar también hasta las regiones occidentales del mismo (cf. Rom 15,22-24.28). Este proyectado viaje incluía su paso por Roma, la capital del Imperio, para continuar después a España.

En la perspectiva de este viaje y para presentarse a una comunidad que él no había fundado, les escribe una carta, en la que expone algunos de los temas centrales de la fe y la vida cristiana.

A diferencia de otras cartas, como las enviadas a los cristianos de Corinto, esta carta no trata tanto de los problemas que más preocupaban a la comunidad, cuanto de los temas que más interesaban al mismo apóstol.

Habiendo sido enviado a predicar el evangelio a los no judíos (cf. Gal 1,16), Pablo sentía que su responsabilidad se extendía también a la comunidad de Roma, compuesta en su mayoría por cristianos procedentes del paganismo (cf. Rom 15,15-16).

Hoy leemos la primera parte de la Introducción (1,1-15) que incluye un saludo inicial, ampliado con elementos teológicos (1,1-7). Pablo se autopresenta como siervo, con la misión de comunicar el evangelio.

16 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del lunes de la XXVIII semana del tiempo ordinario.

Conviden al banquete a todos los que encuentren

Dios se revela en su banquete. Es el rey que hemos estado esperando, el que siempre hemos querido contemplar. Verlo a él, saciarnos en su belleza, saber que es verdad todo lo que nos prometió: todo ello es más valioso y delicioso que los mismos alimentos y bebidas. Y sin embargo, el banquete es todo eso a la vez.

En el evangelio los invitados no están interesados en ir a ese banquete, a pesar de que se trata del banquete del rey. ¿Suena absurdo, no? Pero no es menos absurdo que nuestra negativa a acoger el amor de Dios que invita.

Las excusas de los invitados indican que ellos estaban muy satisfechos con lo que tenían, y ese es el problema: la gente satisfecha ya no tiene apetito para comer. La conclusión es que el llamado al Reino, o sea, el llamado al Banquete, requiere que la gente tenga hambre, que sienta necesidad, que esté insatisfecha; en otras palabras, que no sea autosuficiente, que reconozca la necesidad que tiene de Dios y custodie en su corazón el anhelo del cielo.

15 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XXVIII semana del tiempo ordinario. Ciclo A.

El Señor protege a su pueblo, auxilia a los hijos de Israel

La primera lectura de hoy nos presenta una especie de «primera imagen» de cómo veían los israelitas la justicia de Dios en acción. Lo llamamos una «primera» versión porque en los textos mismos de los profetas encontramos otras versiones, no tanto en lo que atañe a los detalles exteriores, como en el modo mismo de justicia que se espera. Y esta evolución es ciertamente interesante.

Por ejemplo, notemos que Joel presenta a Dios juzgando a las naciones y salvando a Israel. Los castigos van para los de fuera, por su crueldad contra el pueblo de Dios, que queda declarado en inocencia. Es un tipo de justicia con estilo de revancha, de venganza incluso: «vengaré sus sangre, no quedarán impunes los que la derramaron…», dice al final del texto de hoy.

Alguiense preguntará el por qué está un modelo tan precario de justicia en la Biblia, si ella es Palabra de Dios. La respuesta no es corta, pero lo esencial es esto: la Palabra de Dios no ha llegado «ya hecha» a la historia humana. De alguna manera, ha recorrido un camino, se ha hecho camino que esclarece nuestra propia andadura.

Dicho de otro modo: la revelación ha sido un proceso, y ese mismo hecho nos enseña cómo se «revela» Dios en cada una de nuestras vidas. Por eso, aunque no podemos despreciar la luz que nos trae cada texto de la Escritura, conviene siempre situar los textos dentro del marco general de una revelación que empieza ya en los patriarcas pero que sólo tiene su culminación en Jesucristo.

14 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del sábado de la XXVII semana del tiempo ordinario

Ya está cerca el día del Señor

El oráculo de Joel es fuerte: un grito de dolor y de denuncia; también un llamado a emprender el camino de la penitencia y del temor del Señor. ¿Qué destacar en esta palabra vigorosa que nos ofrece la liturgia de hoy en la primera lectura? Subrayemos simplemente algunos elementos.

Estamos ante un llamado esencialmente comunitario. Lo personal, lo genuinamente personal, como es la conversión, no riñe con lo genuinamente comunitario, cual es el caso en las obras de penitencia que nos describe el profeta, donde todo va en plural: «Hagan penitencia y lloren…; giman, ministros del altar; vengan, acuéstense en el suelo… Promulguen un ayuno…». Nuestro tiempo, marcado por el individualismo también a la hora de las conversiones, mira a veces el encuentro con Dios como un hecho aislado y casi aislante. El resultado es que muchas veces esa conversión en soledad nunca llega. Ahí está Joel para indicarnos un camino.

Es un llamado al dolor, pero también a la reflexión. No hay penitencia sin dolor del alma por haber ofendido a Dios, eso está claro, pero el dolor de que aquí se trata no enceguece, no obnubila, no cierra sino que abre. Es el sentido de aquel clamor: «reúnan a los ancianos». En ellos se espera la sabiduría, como expresa Is 9,15: » El anciano y venerable es la cabeza, y el profeta que enseña la mentira, es la cola» (cf. Sal 119,100). En medio de la perplejidad, una reunión de ancianos: signo de una deliberación, de un buscar y preguntar: «¿qué nos quiere decir Dios con este dolor?».

13 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del viernes de la XXVII semana del tiempo ordinario.

Los soberbios y malvados serán como la paja

El lenguaje de la primera lectura de hoy en una primera impresión resulta lejano para nuestro tiempo. Lejano e incómodo. Muchos de nosotros hemos aprendido tanto del amor de Dios y se nos ha enseñado tanto a rechazar como «falso rostro» al Dios castigador, que nos rebelamos espontáneamente frente a ese lenguaje de un día terrible de juicio que está por venir sobre el mundo.

Así como para algunas personas es difícil aceptar la ternura de Dios, es posible que nosotros nos estemos volviendo miopes o ciegos a ciertos aspectos de la revelación bíblica que no niegan esa ternura pero que sí nos recuerdan con cuánta intensidad ama Dios la justicia.

Si miramos la altaneria, el cinismo, la crueldad, con que los malvados destruyen la vida de las personas preguntémonos si la sola ternura tiene una palabra eficaz qué decir en todos esos casos.

Seamos sinceros y dejemos que hable el corazón y todos esperaríamos que al final hubiera justicia, y le daríamos la razón a Malaquías cuando nos invita a esperar que llegue ese momento en que el Señor diga: «Entonces verán la diferencia entre los buenos y los malos, entre los que obedecen a Dios y los que no lo obedecen…».

12 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del jueves de la XXVII semana del tiempo ordinario