Mes: junio 2024

Maestro, te seguiré a donde quiera que vayas

Jesús despierta entusiasmo, pero también lo templa, como se templa el metal con agua helada después de sacarlo del horno encendido. Así obra también Jesucristo, como vemos en el evangelio de hoy. A aquel que le dice: «te seguiré adondequiera que vayas» le echa un poco de agua fría, no para desanimarlo sino para templar su carácter y mejorar la calidad de su decisión.

Cuando el otro entusiasta, o mejor: medio entusiasta, manifiesta su condición, «permíteme ir primero a enterrar a mi padre», Jesús le dice una frase que puede costarnos entender: «deja que los muertos entierren a sus muertos», esta expresión no se refiere a los inminentes funerales del padre de esta persona, significa más bien «déjame esperar a que mi padre muera» lo que no implicaba unas horas ni unos días, sino seguramente años enteros. Cristo le hace ver ese tiempo y lo contrasta con la urgencia del anuncio del reino de Dios.

1 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del lunes de la XIII semana del tiempo ordinario.

Muchacha, a ti te digo, levántate

En el evangelio vemos a Jesús restaurando la vida, en dos momentos distintos: en una persona enferma, primero, y en una niña ya difunta, después. Llama la atención que él se sabe y siente dueño de esa fuerza de vida, y que sabe cuándo ha «salido» de él, como se nota por la historia de la mujer que quiso «sacarle» un milagro a escondidas.

Es decir: Jesús es propiamente Señor de la vida y así se manufiesta. No sólo la tiene y la concede, sino que sabe el don que ofrece y a quién lo da.

Miremos, ademas, la escena cargada de fuerza y de ternura en la que el Señor Jesús levanta con su mano y con su voz a la niña muerta. Esa palabra no va hacia un muerto sino a crear de nuevo la vida. Y esa mano extendida tiene su sentido espiritual también. La Ley de Moisés prohibía tocar cadáveres, y quien los tocara quedaba «inmundo» por siete días (Números 19,11). Pero Jesús no se ensucia al tocar a la niña sino que la limpia de las sombras de la muerte.

Textos bíblicos y mensaje del domingo XIII del tiempo ordinario. Ciclo B.

Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia

La celebración de los santos apóstoles Pedro y pablo no es secundaria. Cada uno de ellos, con su propio carisma, de Jerusalén a Roma, siguieron el camino de la Palabra, para que la Buena Noticia de Jesús muerto y resucitado pudiera ser escuchada por todos, y para que con su enseñanza la vida en Jesús resucitado tomara forma en los nuevos ambientes en los que penetraba el Evangelio. Su ministerio amasó el pan de la Iglesia con la levadura del Evangelio.

29 junio 2024. Textos bíblicos y mensaje en la solemnidad De los Santos apóstoles Pedro y Pablo.

Señor, si quieres, puedes curarme.

Podemos aprender del evangelio de hoy cómo se ganan las batallas contra el mal. Sabemos que no es una cuestión de magia, es cuestión de fe. El leproso de este pasaje suplicó al Señor Jesús, puso su necesidad en su corazón y en sus manos.

El evangelio nos dice que el Señor «se compadeció.» Hizo más de lo que el leproso había pedido: «extendió su mano y lo tocó.» Esto estaba prohibido por la ley de Moisés, era una medida sanitaria para evitar la propagación del mal.

Esta ley preventiva del contagio del mal se centraba en el poder del mal que se propaga y perdía la perspectiva del contagio del bien. Jesús será el maestro de la cercanía y enseñará que el poder de Dios es más fuerte y que vence al mal allí donde parece imposible.

28 junio 2024. Textos bíblicos y mensaje del viernes de la XII semana del tiempo ordinario.

La casa no se cayó, porque estaba construida sobre roca.

La parábola de la casa construida sobre la roca ilustra la actitud del verdadero creyente, es decir, del que pone en práctica la palabra que ha escuchado. Seremos necios o sensatos según dónde pongamos los fundamentos de nuestro edificio espiritual. El que los ponga en la arena se verá arrollado por las tempestades. Sólo el que construye sobre la roca de la Palabra, el que va edificando día tras día su vida, podrá convertir su morada en un lugar de encuentro con Dios y con los hermanos. 

27 junio 2024. Textos bíblicos y mensaje del jueves de la XII semana del tiempo ordinario.

Cuidado con los falsos profetas

El evangelio de hoy nos presenta otro criterio de discernimiento para permanecer en el camino recto, el camino del Reino; se trata de estar atentos a la obra de los falsos profetas.

Jesús con su ejemplo nos enseña a no sostener discusiones inútiles; no nos pide discutir o fiscalizar las palabras de los demás; para saber si se trata de un verdadero o falso profeta nos remite a las obras, a su testimonio. Dice dos veces: “Por sus frutos los conocerán”.

El buen fruto es el actuar según la justicia del Reino, que corresponde a la voluntad de Dios. Éste no puede ser sustituido por ninguna palabra y es el punto de referencia.

26 junio 2024. Textos bíblicos y mensaje del miércoles de la XII semana del tiempo ordinario.

Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes

Hoy en el evangelio Jesús resume la Ley así: «Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes.» En su simplicidad, esta frase, es toda una forma de vida. Parece cosa obvia y sencilla, y sin embargo también nos dice el Señor: «¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que conduce a la vida, y qué pocos son los que lo encuentran!» Es fácil resbalar y difícil ascender; es fácil adquirir un vicio y difícil desarraigarlo. ¿Quién no lo ha comprobado?

Los medievales decían: «la perfección requiere que se cumplan todos los requerimientos; la imperfección, que falle uno solo.»

Hay un llamado interior que nos mueve a buscar lo mejor y lo más perfecto. Sólo allí está la belleza, sólo allí el descanso, sólo allí la saciedad. De Dios mismo, que es nuestro Creador viene ese llamado, y nada sacamos con hacer oídos sordos. Es preciso atenderlo, pero para eso Dios mismo sabe que necesitamos de su ayuda y por eso nos ha dado a su Hijo como camino, luz, medicina y alimento que nos lleve hasta la plenitud para la que Él mismo nos creó.

Juan es su nombre

En torno al nacimiento de Juan se conjugaron bellamente varios hechos insólitos. Zacarías, su padre, que había perdido el habla como reproche a su incredulidad ante el anuncio del Arcángel Gabriel, recobró el uso de la palabra, de modo que aquel que con su mudez había mostrado la esterilidad del pecado ahora con su voz proclamara la fecundidad que trae la gracia.

Zacarías escoge para el niño un nombre que no pertenece a su familia. «Nadie en tu familia se llama así» le dicen extrañados sus parientes y vecinos, pero él se sostuvo en su decisión. El nombre «Juan», signficia «Yahvé es favorable» y esta designación le parece preferible a Zacarías sobre su propio nombre, que signfica «Yahvé ha recordado».

Cosa notable que este Zacarías haya renunciado a dejar su nombre en el único hijo de sus entrañas, con el único propósito de dar testimonio de la misericordiosa presencia de Dios en la vida de él y de su esposa Isabel y que se manifestará plenamente en su hijo Juan.

24 junio 2024. Textos bíblicos y mensaje en la solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista,

¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?

La barca se zarandea por la tormenta y Jesús duerme; los apóstoles se preocupan cada vez más y su miedo aumenta, mientras que Jesús continúa durmiendo tranquilamente. Parece que a Jesús no le importe lo que les pasa, su vida, sus familias. El espanto crece cada vez más hasta que los discípulos despiertan a Jesús y le reprochan: «¿Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?». 

Es un grito de desesperación, no hay duda, pero podemos leer en él también la confianza en aquel maestro. Es una pregunta tal vez un tanto brusca, pero contiene al mismo tiempo una esperanza. También nuestra oración a veces es como un grito de desesperación que quiere despertar al Señor.

23 junio 2024. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XII semana del tiempo ordinario. B.

Busquen primero el Reino de Dios y su justicia

Podemos incurrir en el error de hacernos una imagen distorsionada de Dios, como alguien que nos quitar toda angustia y librarnos de todo afán. Este modo de ver las cosas puede llevar a una idea falsa de paz, como si ser cristiano significara cultiva una especie de vida imperturbable, en la que a uno no le importan las cosas, aunque se trate de las más urgentes. Esta no fue la experiencia de Jesús ni es la experiencia de Dios que él quiere para nostros.

El Señor Jesús nos enseña que nuestras afanes por las cosas de cada día nos pueden privar del horizonte para sentir el «afán» profundo por el Reino. Afanados por lo pequeño quedamos distraídos y cansados para preocuparnos y -sobre todo- para ocuparnos de hacer realidad en nosotros y en torno a nosotros que Dios reine.

El reino de Dios es una promesa de felicidad para quienes lo acogen en el corazón, pero no es una felicidad lisa, sino una felicidad que se acoge, se cultiva y se construye haciendo propias las exigencias del Reino que confrontan con la mentira, la corrupción y la injusticia.

22 junio 2024. Textos bíblicos y mensaje del viernes de la XI semana del tiempo ordinario.