Maestro, te seguiré a donde quiera que vayas
Jesús despierta entusiasmo, pero también lo templa, como se templa el metal con agua helada después de sacarlo del horno encendido. Así obra también Jesucristo, como vemos en el evangelio de hoy. A aquel que le dice: «te seguiré adondequiera que vayas» le echa un poco de agua fría, no para desanimarlo sino para templar su carácter y mejorar la calidad de su decisión.
Cuando el otro entusiasta, o mejor: medio entusiasta, manifiesta su condición, «permíteme ir primero a enterrar a mi padre», Jesús le dice una frase que puede costarnos entender: «deja que los muertos entierren a sus muertos», esta expresión no se refiere a los inminentes funerales del padre de esta persona, significa más bien «déjame esperar a que mi padre muera» lo que no implicaba unas horas ni unos días, sino seguramente años enteros. Cristo le hace ver ese tiempo y lo contrasta con la urgencia del anuncio del reino de Dios.
1 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del lunes de la XIII semana del tiempo ordinario.