Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios
Cristo es confrontado con una pregunta capciosa: ¿hay que pagar impuesto al emperador romano? Estar a favor era aprobar la ocupación extranjera; estar en contra era declararse en rebeldía contra los romanos y poder ser denunciado como amotinador. La respuesta de Jesús fue inesperada para ellos y ha servido de inspiración a muchos. En su brevedad, esta respuesta deja abiertas varias interpretaciones, todas interesantes.
Una, la más inmediata: «Hay cosas que son propias del orden temporal (lo del César) y cosas del orden espiritual (lo de Dios); hay que atender a ambos órdenes.» Esto implica: las responsabilidades civiles no deben suplantar ni impedir, ni pueden ser suplantadas o impedidas por las responsabilidades que conlleva la fe.
Otra, semejante: «no está mal pagar los impuestos a quien tiene la autoridad como gobernante, pero eso no excluye aportar para el templo y el culto.»
Y una última, más sutil: «Devuelvan al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.»
Dar a Dios lo que es de Dios signfiica descubrir la inmensa deuda de gratitud, obediencia y sobre todo AMOR, que tenemos con Él que nos creó a su imagen y semejanza.
22 octubre 2023. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XXIX semana del tiempo ordinario.