Conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí

Jesús se presenta como el «buen pastor», es decir, como aquel que reúne y guía a las ovejas hasta ofrecer la vida por su salvación; y añade que el que no da su vida por las ovejas no es pastor sino asalariado. Para indicar el peligro, emplea la imagen del lobo que «hace presa en ellas y las dispersa».

Si lo consideramos con detenimiento, la obra del lobo congenia con la actitud de asalariado, pues a ambos les interesa solo su provecho, su satisfacción, su propia ganancia y no la de las ovejas.

El buen pastor no es un héroe, sino una persona que ama

21 abril 2024. Textos bíblicos y mensaje del Domingo de la IV semana de Pascua.