Los apóstoles, aún dominados por el miedo, seguían encerrados en el cenáculo, para ellos un lugar ciertamente lleno de recuerdos, pero que corría el riesgo de convertirse en un refugio cerrado. Es un miedo que todos conocemos bien: ¡cuántas veces, de hecho, cerramos las puertas del corazón, las de la casa, del grupo, de la comunidad, de la familia, para permanecer tranquilos o por temor de perder algo!
Pero el Resucitado continúa estando entre nosotros, es más, se coloca en el centro, no a un lado como una persona más, como una palabra entre tantas otras. Entra y se coloca en medio, como la Palabra que salva. Las primeras palabras de Jesús resucitado son el saludo de paz: «La paz esté con ustedes».
13 abril 2023 Textos bíblicos y mensaje del jueves de la octava de Pascua.