He oído las quejas de los hijos de Israel contra mí.
A las puertas mismas de la tierra prometida, cuando ya poco falta para alcanzar lo esperado por tanto tiempo, algunos israelitas se desaniman y desaniman a los demás, y presentan esa tierra como un imposible.
En el fondo es la ambivalencia del corazón, que quiere creer, quiere esperar y quiere amar, pero las tres cosas le cuestan extraordinariamente porque el objeto, el término de nuestra fe, esperanza y amor, es algo que nos rebasa, algo que sólo podemos conquistar si Dios lo conquista para nosotros. Es una batalla en la que hay que rendirse para vencer: rendirse a Dios confiando en que él lo puede para vencer con él que todo lo puede.
09 agosto 2023. Textos bíblicos y mensaje del miércoles de la XVIII semana del tiempo ordinario.