Evangelio del Día

Tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará

La Cuaresma, un tiempo cargado de historia, parece vaciarse cada vez más de sentido en un mundo distraído. La Liturgia nos transmite la invitación apasionada de Dios: «Vuélvanse a mí de todo corazón, con ayunos, con lágrimas y llanto». El profeta Joel, preocupado por la insensibilidad del pueblo de Israel, añade: «enluten su corazón y no sus vestidos. Vuélvanse al Señor Dios nuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en clemencia, y se conmueve ante la desgracia.». La Cuaresma es el tiempo oportuno para volver a Dios, y comprender de nuevo el sentido mismo de la vida.

14 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del miércoles de ceniza.

Cuídense de la levadura de los fariseos

El evangelio de hoy nos ayuda a distinguir entre preocupaciones falsas y preocupaciones verdaderas. Jesús advierte sobre un peligro: la influencia perniciosa de los fariseos; los discípulos le entienden poco y mal, y creen que se refiere al hecho de haber olvidado llevar consigo pan para el viaje.

Detrás de este hecho tan elemental y accidental hay algo más profundo, sin embargo, hay riesgos que vemos fácilmente, como aquello de «nos vamos a quedar sin que comer;» y otros riesgos que son menos visibles que ponen en el centro de nuestras preocupaciones realidades distintas o incluso contrarias al Reino de Dios, como pasaba con los fariseos que privilegiaban la observancia estricta de la ley -esfuerzo humano. y se olvidaban de la misericordia – don de Dios-.

13 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del martes VI del tiempo ordinario.

¿Por qué esta gente busca una señal?

esús está sediento de nuestra fe, y nuestra fe nace de las señales. Quiere que el que tenga oídos oiga, y que todos reciban el mensaje. Por eso en la sed de señales de estos hombres hay algo que Jesús quiere pero no como Él lo quiere. No tienen el deseo de acoger la Palabra ni de creer en el mensajero, sino de medirlo, tasarlo, saber a qué atenerse para diseñar una estrategia. Están inconmovibles en sus certezas y piden, no un puente de comunicación, sino un dato para su fortín doctrinal. Han sentenciado a Jesús y buscan pruebas para lo que ya piensan de él. No buscan una señal para creer sino una confirmación para no creer.

12 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del lunes de la VI semana del tiempo ordinario.

¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos

En el pasaje del evangelio de hoy hay muchas cosas bellas que meditar: el poder de Cristo, su misericordia, la alabanza que despierta en la multitud, resumida en esa expresión elocuentísima: «¡Todo lo ha hecho bien!»

Los que traen al enfermo ya tienen una idea definida del milagro que quieren: «le suplicaban que impusiera sobre él la mano». Jesús ve o presiente algo distinto, pues «lo apartó de la gente». Es como si la sordera de ese pobre tuviera que ver con la sobrecarga de voces de la multitud. A veces oír a todos es oír a nadie.

Jesús no le impone la mano, un gesto usual en muchas sanaciones. Su acción es dramática: mete sus dedos en los oídos y toca la lengua del hombre con su propia saliva. Casi sentimos asco, pero no nos dejemos llevar por esa primera impresión. Jesús no es un actor: está utilizando no el lenguaje que los demás pueden entender sino el lenguaje que el sordomudo, que no sabe para qué lo llevan adonde lo llevan, puede entender. Con sus dedos y su saliva Jesús le está hablando a él; no lo trata como un «objeto» sobre el que otros disponen: «haz que oiga; haz que hable». Lo trata como un sujeto con el que establece una comunicación apropiada a las posibilidades del enfermo. ¿No es bello?

9 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del viernes de la V semana del tiempo ordinario.

Fue a buscarlo y se postró a sus pies

En el evangelio de hoy una mujer se acerca pidiendo un favor y Jesús no parece hacerle caso. Es desconcertante. La mujer insiste y Jesús le recuerda la distancia que los separa: el pan es para los hijos, o sea, los judíos, y no para los perritos, o sea, los extranjeros. Desconcierto mayor.

Podemos empezar a salir de nuestra perplejidad en cuanto recordamos a qué vino Cristo. Su primer objetivo es el cumplimiento de las promesas que Dios hizo por boca de los profetas. En esas promesas Dios revela su fidelidad y muestra la calidad de su amor. Desatender esa palabra, desatender al pueblo elegido sería negar la naturaleza misma del amor de Dios, que es fiel más allá de nuestra infidelidad.

De modo que lo más importante para Jesús no son las obras maravillosas, las que impresionan a la gente y las que la gente siempre pedirá: milagros, exorcismos, prodigios. Hágalos quien los haga, siempre habrá demanda y público para cosas así. Jesús no se fía del poder de esos prodigios, que a veces llevan a Dios y a veces hacia la magia. ¿Cuánta gente se ha alejado de Dios por buscar un «milagrito» en ídolos y brujos? Por eso Jesús no se fía de esas cosas por sí mismas, así parezcan tan interesantes o poderosas para la conversión.

La verdadera conversión: esa es la grande y genuina maravilla. Y es maravilla brota más de la humildad que de otra cosa. Jesús, trayéndole humildad a esta mujer y apartándola de la premura agobiante de su urgencia inmediata, en realidad la estaba atrayendo hacia la fe verdadera, como hija adoptiva del pueblo de la alianza.

8 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del jueves de la V semana del tiempo ordinario.

Se aferran a las tradiciones de los hombres.

Este pasaje evangélico abre la discusión sobre lo que, es puro e impuro. Es un tema decisivo para la enseñanza de Jesús. Por eso llama a la gente en torno a sí para mostrarles la verdadera dimensión religiosa de la vida, y responde ahora de forma directa a la pregunta que le habían hecho los fariseos sobre por qué los discípulos comían con «manos impuras», es decir, sin lavárselas.

La impureza la causan los actos, palabras o situaciones que alejan al hombre de Dios, que es el «puro», el «santo». Los leprosos, a causa, de su enfermedad eran considerados impuros y por tanto no podían acceder al templo. En el libro del Levítico hay una serie de indicaciones que definen y delimitan la esfera de lo puro y lo impuro, a las cuales es necesario atenerse si se quiere vivir en alianza con Dios.

6 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del martes de la V semana del tiempo ordinario.

Volvieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado

El evangelio de hoy nos presenta una escena maravillosa en que compiten dos aspectos de la compasión de Cristo.

Por un lado, Jesús ve el agotamiento de sus discípulos, sin mencionar el suyo que debía ser mucho mayor, y por otro, ve la necesidad del pueblo, hambriento de la palabra de salvación.

Es hermoso ver a Jesús debatirse entre estos dos rostros del amor: el amor que quiere acoger y dar reposo, y el amor que quiere sanar y enseñar. Porque en efecto el amor es a la vez recibir, así como es construir el bien en otros.

3 febrero 2024. Textos bíblico y mensaje del sábado de la IV semana del tiempo ordinario.

Los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos

«Jesús nos envía» es el resumen del evangelio de hoy. A él llegamos y de él partimos; en él se resume todo y él es el comienzo de todo; a todos nos convoca y a todos nos envía. Como el corazón, que reúne toda la sangre, congrega toda la vida, y la difunde con vigor por todo el cuerpo.

Miremos a Jesús, que hoy envía a sus amigos de dos en dos. Y como los profetas hablan primero con lo que hacen que con lo que dicen, queramos entender qué significa eso de enviar de dos en dos. De seguro tiene más de un significado. Indica tal vez que son inseparables el amor a Dios, predicado en la palabra, y el amor al prójimo, manifiesto en la caridad y trato con el hermano. O sirve de recuerdo vivo de la naciente experiencia de comunidad que los Doce han empezado a vivir. O muestra que aunque se puede prescindir de todo, incluyendo el pan y el vestido nunca se puede prescindir de los hermanos.

1o. febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del jueves de la IV semana del tiempo ordinario.

Estaba extrañado de la incredulidad de aquella gente

Si alguien sana enfermos imponiendo las manos la cosa resulta tan maravillosa que lo más probable es que pronto le veamos reunir multitudes. Para el evangelista del texto de hoy, en cambio, algo así casi ni merece el nombre de «milagro», ya que escribe que en su tierra [Jesús] «no pudo hacer allí ningún milagro; tan sólo sanó a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos». Por lo visto Jesús los había acostumbrado a un ritmo de hechos maravillosos, a un río de gracia que parecía menguarse ante un medio hostil de incredulidad.

Puede parecer simplista en exceso pero la regla que rige en esto es: no fe, no milagros. No se me critique si parece demasiado elemental, puesto que Jesús dijo: «Hágase en ustedes según vuestra fe». Y en varias ocasiones dijo con total sencillez: «tu fe te ha curado» Es decir: no nos engañemos; enfrentémoslo: llevamos una vida mediocre en muchos aspectos porque tenemos una fe mediocre en muchos aspectos. La solución es suplicar, clamar por el don de la fe y poner en práctica esa fe, porque en ejercicio, crece y se hace fuerte.

31 enero 2024. Textos bíblicos y mensaje del miércoles de la IV semana del tiempo ordinario.

No temas, basta que tengas fe

Desconcierta la reacción de Jesús: con tanta gente alrededor suyo ¿qué importancia tiene identificar a quien se ha beneficiado de una curación tocándolo? Los discípulos se mueven entre las soluciones prácticas y la efectividad de la misión, para ellos basta con que la gente se cure. Pero el Maestro rechaza su modo de pensar y asume una posición diametralmente opuesta. Necesita saber quién lo ha tocado.

Jesús quiere comunicar a la mujer sanada que el milagro no es resultado de un acto de magia; su curación es fruto de su fe, que es relación con Dios. Jesús necesita ver el rostro de la hemorroísa para ratificarle que lo importante para Dios sucede dentro de esa relación y por eso no para para hasta decírselo personalmente.

30 enero 2024. Textos bíblicos y mensaje del martes de la IV semana del tiempo ordinario.