Evangelio del Día

Tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber

Parte importante de nuestro camino cuaresmal es vencer el egoísmo. La justicia, primero, y la caridad hacia el necesitado, después, son nuestra victoria contra la enfermedad del ego.

En el texto evangélico que leemos hoy, tanto los salvados como los condenados hacen la misma pregunta: «¿cuándo te vimos…?». Esto indica que ni unos ni otros vieron.

Los que se habrán de salvar entonces no serán los que «vieron» sino los que con su amor obraron como si vieran. Lo grande no es ver a Jesús y servirlo; lo grande es no verlo y servirlo, atenderlo y amarlo.

19 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del lunes de la I semana de cuaresma.

No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores

El evangelio de hoy, sábado después de Ceniza, nos presenta a Jesús en camino, sin descanso, como Buen Pastor, buscando a las ovejas de Israel que se han perdido, que están enfermas o que están expuestas a los depredadores.

La mirada es la expresión del corazón. Jesús al ver a Leví, lo mira con predilección. El Señor nunca discrimina ni rechaza al pecador, la única condición es que se reconozca como tal. Leví se reconoce pecador; Jesús, no sólo lo busca, además lo acoge así como es, y también lo elige, llamándolo a vivir con él y a colaborar en su misión. “Sígueme”, es la palabra creadora que transforma al pecador en discípulo.

17 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del sábado después de ceniza.

Entonces sí ayunarán

Mientras damos los primeros pasos del camino cuaresmal, la Palabra de Dios nos recuerda que el verdadero camino es interior, el camino del corazón: es el progreso en el amor, en la amistad, en la generosidad. El Evangelio no nos pide simplemente hacer algunas cosas más, aunque sean buenas. Lo que en realidad se nos pide es un cambio más profundo. El ayuno que el Señor quiere es el del propio egoísmo, salir de la concentración sobre uno mismo y los propios problemas para dirigir el corazón hacia Él, y para hacer crecer el amor y la atención hacia los más pobres y débiles. 

16 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del viernes después de ceniza.

Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo

Al iniciar la cuaresma Jesús nos invitó a entrar en nuestro corazón para rectificar las motivaciones e intenciones de nuestras buenas obras y orientarnos decididamente al Padre que está en lo secreto. Pero, ¿cuál es el camino que hay que recorrer? El evangelio de hoy nos da tres indicaciones. 1.  Caminar al ritmo de la Cruz<, 2. Poner la mirada en el crucificado: 3. Tomar la propia cruz y seguir a Jesús.

15 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del jueves después de ceniza.

Tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará

La Cuaresma, un tiempo cargado de historia, parece vaciarse cada vez más de sentido en un mundo distraído. La Liturgia nos transmite la invitación apasionada de Dios: «Vuélvanse a mí de todo corazón, con ayunos, con lágrimas y llanto». El profeta Joel, preocupado por la insensibilidad del pueblo de Israel, añade: «enluten su corazón y no sus vestidos. Vuélvanse al Señor Dios nuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en clemencia, y se conmueve ante la desgracia.». La Cuaresma es el tiempo oportuno para volver a Dios, y comprender de nuevo el sentido mismo de la vida.

14 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del miércoles de ceniza.

Cuídense de la levadura de los fariseos

El evangelio de hoy nos ayuda a distinguir entre preocupaciones falsas y preocupaciones verdaderas. Jesús advierte sobre un peligro: la influencia perniciosa de los fariseos; los discípulos le entienden poco y mal, y creen que se refiere al hecho de haber olvidado llevar consigo pan para el viaje.

Detrás de este hecho tan elemental y accidental hay algo más profundo, sin embargo, hay riesgos que vemos fácilmente, como aquello de «nos vamos a quedar sin que comer;» y otros riesgos que son menos visibles que ponen en el centro de nuestras preocupaciones realidades distintas o incluso contrarias al Reino de Dios, como pasaba con los fariseos que privilegiaban la observancia estricta de la ley -esfuerzo humano. y se olvidaban de la misericordia – don de Dios-.

13 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del martes VI del tiempo ordinario.

¿Por qué esta gente busca una señal?

esús está sediento de nuestra fe, y nuestra fe nace de las señales. Quiere que el que tenga oídos oiga, y que todos reciban el mensaje. Por eso en la sed de señales de estos hombres hay algo que Jesús quiere pero no como Él lo quiere. No tienen el deseo de acoger la Palabra ni de creer en el mensajero, sino de medirlo, tasarlo, saber a qué atenerse para diseñar una estrategia. Están inconmovibles en sus certezas y piden, no un puente de comunicación, sino un dato para su fortín doctrinal. Han sentenciado a Jesús y buscan pruebas para lo que ya piensan de él. No buscan una señal para creer sino una confirmación para no creer.

12 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del lunes de la VI semana del tiempo ordinario.

¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos

En el pasaje del evangelio de hoy hay muchas cosas bellas que meditar: el poder de Cristo, su misericordia, la alabanza que despierta en la multitud, resumida en esa expresión elocuentísima: «¡Todo lo ha hecho bien!»

Los que traen al enfermo ya tienen una idea definida del milagro que quieren: «le suplicaban que impusiera sobre él la mano». Jesús ve o presiente algo distinto, pues «lo apartó de la gente». Es como si la sordera de ese pobre tuviera que ver con la sobrecarga de voces de la multitud. A veces oír a todos es oír a nadie.

Jesús no le impone la mano, un gesto usual en muchas sanaciones. Su acción es dramática: mete sus dedos en los oídos y toca la lengua del hombre con su propia saliva. Casi sentimos asco, pero no nos dejemos llevar por esa primera impresión. Jesús no es un actor: está utilizando no el lenguaje que los demás pueden entender sino el lenguaje que el sordomudo, que no sabe para qué lo llevan adonde lo llevan, puede entender. Con sus dedos y su saliva Jesús le está hablando a él; no lo trata como un «objeto» sobre el que otros disponen: «haz que oiga; haz que hable». Lo trata como un sujeto con el que establece una comunicación apropiada a las posibilidades del enfermo. ¿No es bello?

9 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del viernes de la V semana del tiempo ordinario.

Fue a buscarlo y se postró a sus pies

En el evangelio de hoy una mujer se acerca pidiendo un favor y Jesús no parece hacerle caso. Es desconcertante. La mujer insiste y Jesús le recuerda la distancia que los separa: el pan es para los hijos, o sea, los judíos, y no para los perritos, o sea, los extranjeros. Desconcierto mayor.

Podemos empezar a salir de nuestra perplejidad en cuanto recordamos a qué vino Cristo. Su primer objetivo es el cumplimiento de las promesas que Dios hizo por boca de los profetas. En esas promesas Dios revela su fidelidad y muestra la calidad de su amor. Desatender esa palabra, desatender al pueblo elegido sería negar la naturaleza misma del amor de Dios, que es fiel más allá de nuestra infidelidad.

De modo que lo más importante para Jesús no son las obras maravillosas, las que impresionan a la gente y las que la gente siempre pedirá: milagros, exorcismos, prodigios. Hágalos quien los haga, siempre habrá demanda y público para cosas así. Jesús no se fía del poder de esos prodigios, que a veces llevan a Dios y a veces hacia la magia. ¿Cuánta gente se ha alejado de Dios por buscar un «milagrito» en ídolos y brujos? Por eso Jesús no se fía de esas cosas por sí mismas, así parezcan tan interesantes o poderosas para la conversión.

La verdadera conversión: esa es la grande y genuina maravilla. Y es maravilla brota más de la humildad que de otra cosa. Jesús, trayéndole humildad a esta mujer y apartándola de la premura agobiante de su urgencia inmediata, en realidad la estaba atrayendo hacia la fe verdadera, como hija adoptiva del pueblo de la alianza.

8 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del jueves de la V semana del tiempo ordinario.

Se aferran a las tradiciones de los hombres.

Este pasaje evangélico abre la discusión sobre lo que, es puro e impuro. Es un tema decisivo para la enseñanza de Jesús. Por eso llama a la gente en torno a sí para mostrarles la verdadera dimensión religiosa de la vida, y responde ahora de forma directa a la pregunta que le habían hecho los fariseos sobre por qué los discípulos comían con «manos impuras», es decir, sin lavárselas.

La impureza la causan los actos, palabras o situaciones que alejan al hombre de Dios, que es el «puro», el «santo». Los leprosos, a causa, de su enfermedad eran considerados impuros y por tanto no podían acceder al templo. En el libro del Levítico hay una serie de indicaciones que definen y delimitan la esfera de lo puro y lo impuro, a las cuales es necesario atenerse si se quiere vivir en alianza con Dios.

6 febrero 2024. Textos bíblicos y mensaje del martes de la V semana del tiempo ordinario.