Evangelio del Día

Unos granos cayeron en tierra buena y dieron fruto

Hoy el evangelio nos ofrece la parábola quizá más conocida de todas: «salió un sembrador a sembrar…». Y hay algo interesante con esta parábola: se puede aplicar a sí misma, porque ella misma es una palabra, una semilla que ha llegado al campo de nuestra vida.

En efecto, solemos prestar atención a la semilla que quedo sembrada de manera «superficial» o a la que quedó «entre zarzas», porque la superficialidad es una realidad de las que podemos hacernos fácilmente conscientes. Sin embargo, no olvidemos la triste suerte de las primeras semillas, las que cayeron al borde del camino, es decir: las que ni siquiera fueron siembra.

Son muchas las semillas que dejamos perder, en las palabras que ni siquiera oímos, en los sueños que sofocamos, en las posibilidades que frustramos

Tenemos que pensar también en las ocasiones en que ni siquiera recibimos la Palabra de Dios, porque creemos que ya la hemos escuchado… como cuando en la misa apenas oímos decir: : «Una vez salió un sembrador a sembrar…» descontectamos nuestra escucha, porque lo que se proclama “ya lo sabemos”.

24 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del miércoles de la XVI semana del tiempo ordinario.

¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?

La familia de Cristo no viene de los nacidos de la carne y la sangre. Viene de otra realidad de tipo espiritual: el que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre» (Mc 3,35). Así como por la obediencia a la voluntad del Padre Cristo es Cristo, por esa obediencia nosotros somos cristianos.

No dejemos de notar un hecho muy bello, que tantos otros predicadores nos han enseñado: cuando Jesús dice que su «madre» será quien haga la voluntad de Dios no estaba descartando ni dando la espalda a María, que precisamente definió su vida con una consigna nunca quebrantada: «He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra» (Lc 1,38). De modo que el evangelio de hoy, lejos de disminuir la figura de la Madre del Señor, la presenta en su hermosa y formidable proporción.

23 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del martes de la XVI semana del tiempo ordinario.

En él he puesto mi Espíritu

se da mañas para crear un remedo de la unidad que es propia y privativa del bien y de lo bueno.

Principio de unidad verdadera es el bien, que nace del amor y se sostiene en la verdad; mas el mal remeda al bien y necesita de algún bien para poder subsistir, según enseña santo Tomás de Aquino.

Tal es el caso con la escena de mezquinos intereses que nos presenta el evangelio de hoy: los fariseos se confabulan para acabar con Jesús. Han pasado de la desconfianza al desprecio, y del desprecio al fastidio y al odio. No toleran el mensaje de Jesús; no soportan la escandalosa simplicidad de su mensaje de amor; les duele perder sus privilegios y su aire de autoridad sobre un pueblo que ya no los venera ni los sigue, porque ahora conoce a su Creador y puede abrazar la dulce compasión de su Redentor.

20 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del sábado de la XVI semana del tiempo ordinario

Si comprendieran, no condenarían a quienes no tienen ninguna culpa

Los fariseos no pierden la ocasión para pensar mal de Jesús y de sus discípulos y acusarlo. Podríamos identificar el fariseísmo con la actitud de quien tiene miedo del mal pero lo busca en los demás y no en sí mismo. El fariseo piensa que se salva acusando a los demás, viendo la brizna pero continuando siendo incapaz de quitarse la viga de su ojo. Juzga pero no ama; observa pero no ayuda. 

18 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del viernes de la XV semana del tiempo ordinario.

Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien

El sentimiento de autosuficiencia no solo aleja de Dios sino que fácilmente se traduce en desprecio por los demás. El discípulo, por el contrario, sabe que todo lo debe a Dios y a Jesús que nos lo ha revelado. Nosotros difícilmente sentimos que somos los sabios y los inteligentes de los que habla Jesús. Lo somos en la práctica: sabios de nuestras costumbres, de los juicios que ya ni nos inmutan; inteligentes hasta el punto de no escuchar a nadie y de creer que podemos prescindir de los demás.

17 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del miércoles de la XV semana del tiempo ordinario.

¿Crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo

Uno tiende a pensar que una buena tanda de milagros será suficiente para convertir a cualquiera. El evangelio de hoy muestra que no es así.

Las ciudades que nombra Jesucristo en este breve texto, Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm, fueron testigos de innumerables milagros; sin embargo, no se convirtieron. La primera conclusión es que la conversión no sucede a fuerza de cosas extraordinarias.

Los milagros no son «pruebas son señales, y en cuanto tales, pueden ser aceptados o no. El mundo entero está lleno de señales, sólo que las consideramos poco interesantes o significativas por la única razón de que nos hemos acostumbrado a ellas. Un atardecer, la paz de un arroyo, el parpadear de las estrellas o la inmensidad del océano son señales y también a su modo están proclamando a su Creador.

Lo importante no es el tamaño de la señal sino la docilidad de la mirada que las contempla e interpreta, las reconoce y agradece.

16 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del martes de la XV semana del tiempo ordinario.

El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.

El evangelio de hoy nos presenta un rostro de Jesús que puede extrañarnos: «No piensen que he venido a traer paz a la tierra.» Esta frase debe ser comprendida en paralelo con aquello otro que dijo a sus discípulos casi al momento de su partida: «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da.» (Jn 14,27). La conclusión es que Cristo no es un amante de la guerra pero tampoco es partidario de una falsa paz.

La razón es que el amor que Dios ofrece y pide no tiene comparación con ningún otro amor. Este principio no es nuevo: es simplemente el resultado de tomar en serio el primer mandamiento de la ley de Dios. Resultará difícil hacer esta elección por Dios, sin embargo, porque implicará romper con muchas cosas para preferirlo a él. Tal es el sentido de la Cruz: cada vez que preferimos a Dios dejando de lado alguna cosa que nos gusta o nos atrae, algo muere en nosotros. Mas al igual que en el caso de la Cruz de Cristo, este misterio de Cruz no quedará sólo en muerte sino que traerá vida, vida perdurable.

15 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del lunes de la XV semana del tiempo ordinario.

No hay nada secreto que no llegue a saberse. 

El evangelio de hoy es como una pequeña colección de dichos de Jesús. Es probable que Nuestro Señor no haya dicho uno después de otro o ni siquiera en una misma ocasión todo lo que leemos de manera seguida en el texto que conservamos y proclamamos. Sin embargo, de una cosa estamos seguros: quien ha presidido y dirigido todo el proceso de memoria, recolección y redacción de los Evangelios es el Espíritu Santo, el mismo Espíritu que ungió a Cristo y le impulsó a hablar, sanar, padecer y levantarse de entre los muertos.

En el caso de los textos de hoy, destacamos una idea: vencer al miedo. Jesús lo dice de distintos modos: advirtiéndonos que seremos maltratados, y que no por eso debemos escandalizarnos o detenernos; invitándonos al coraje y empeño en la predicación, sin dejarnos amordazar por nada; mostrando que incluso la tortura y la muerte no son la última palabra; estando convencidos de cuánto nos conoce y ama el Padre del Cielo; anunciándonos, en fin, los grandes males de acobardarse y los inmensos bienes de dar testimonio aunque las circunstancias sean adversas. Todo apunta a una idea: vencer el miedo.

13 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del sábado de la XIV semana del tiempo ordinario.

Sean sencillos como las palomas…

La advertencia de Jesús a sus discípulos, en el evangelio de hoy, conserva toda su actualidad: astutos como serpientes, sencillos como palomas. Varias cosas podemos aprender de esta advertencia.

Aprendemos que hay una astucia buena, que consiste en estar despiertos a las sinuosidades y trampas del mal; pero esta astucia no debe hacernos ni sinuosos ni tramposos. Y aprendemos que hay una simplicidad buena, que consiste en afianzar nuestra intención en los bienes verdaderos y amarlos con sencillez y corazón indiviso; pero esta simplicidad no debe llevarnos a imaginar que todo el mundo pensará u obrará como nosotros.

12 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del viernes de la XIV semana del tiempo ordinario.

Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos

Quienes acogen con sinceridad la Buena Nueva, mediante tal acogida y la participación en la fe, se reúnen pues en el nombre de Jesús para buscar juntos el reino, construirlo, vivirlo. Ellos constituyen una comunidad que es a la vez evangelizadora. La orden dada a los Doce: «Id y proclamad la Buena Nueva», vale también, aunque de manera diversa, para todos los cristianos. Por esto Pedro los define «pueblo adquirido para pregonar las excelencias del que os llamó de la tinieblas a su luz admirable» (1 Pe 2,9). Estas son las maravillas que cada uno ha podido escuchar en su propia lengua. Por lo demás, la Buena Nueva del reino que llega y que ya ha comenzado, es para todos los hombres de todos los tiempos. Aquellos que ya la han recibido y que están reunidos en la comunidad de salvación, pueden y deben comunicarla y difundirla.

11 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del jueves de la XIV semana del tiempo ordinario.