Si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá
A la luz de la Palabra que se proclama hoy, veamos diez rasgos de un discípulo misionero:
Primero. El misionero reconoce que no se manda a sí mismo, es Jesús quien escoge y envía. «Designó el Señor… y los mandó».
Segundo. El misionero sabe que la misión es tarea de todos los discípulos de Jesús, todos son llamados a ser portadores de la Palabra, eso sí, en comunión con los Doce: «…A otros setenta y dos…».
Tercero. El misionero tiene conciencia eclesial, no anda por cuenta propia sino en equipo: «De dos en dos…».
Cuarto. El misionero es ante todo un orante: en la oración capta la urgencia de la misión y la recibe de Dios: «Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos».
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3 octubre 2024. Textos bíblicos y mensaje del jueves de la XXVI semana del tiempo ordinario.