Este Domingo damos un paso decisvo en nuestro itinerario. Vamos a la mitad del camino, capítulo octavo, en el evangelio según san Marcos, que este año nos acompaña en la liturgia dominical.
En la pedagogía de este evangelio que pretende formar a quienes quieren ser discípulos de Jesús la pregunta que Jesús dirige a los discípulos de la primera hora se dirige también a los discípulos de todos los tiempos. No se puede ser discípulo sin tener una conciencia clara sobre quién es Jesús, cuál es su misión y el modo en el que la realiza conforme a la voluntad del Padre.
Nuestra tendencia espontánea nos inclina a buscar nuestra realización en la satisfacción de los instintos básicos que cuando se salen de control buscan su satisfacción con el imperio de la fuerza e incluso de la violencia. El camino de Dios es distinto, es el que recorrió Jesús, es un camino paradójico en el que cuando perdemos ganamos, es decir, cuando entregamos nuestra vida renunciando a nuestro intereses inmediatos para buscar el Reino de Dios nuestra vida florece y se multiplica y alcanza la plenitud. Definámonos frente a Jesús, confesémoslo como Mesías, así como el se nos deja conocer y que su Cruz sea la Cruz nuestra de cada día.
15 septiembre 2024. textos bíblicos y mensaje del Domingo de la XXIV semana del tiempo ordinario. Ciclo B