Estén preparados, porque no saben ni el día ni la hora
La invitación de Jesús es clara: «Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora». En esta parábola en particular Cristo admite que hay una especie de sueño que nos envuelve a todos, porque la diferencia entre unas y otras doncellas no está en que unas durmieron y otras no. Lo que las diferencia no es en este caso el sueño sino cómo se dispusieron para la hora del banquete, es decir: cómo prepararon su despertar.
Algunas simplemente no prepararon su despertar. El cansancio, el hastío o la oscuridad de la noche les ganaron y ellas pasivamente entregaron al sueño sin pensar qué podría suceder después. Otras en cambio, aunque sintieran que la noche les podía vencer, hicieron acopio de aceite, de modo que al despertar pudieran contar con algo para vencer a la noche. Es un asunto de conciencia: unas fueron conscientes de que podían dormirse, y tomaron medidas al respecto; otras sencillamente se dejaron ganar del sueño.
Para nosotros, ¿qué es preparar el despertar? Depende de qué sueño estemos hablando. Uno puede pensar en el sueño de la muerte, otro puede ser el de una larga espera, o el de un cambio de época, o una nueva etapa de la vida; en todos estos lcasos se vive la cadencia de cerrar y abrir ciclos, nuevas etapas, al ritmo y con la fuerza de la esperanza.
12 novembre 2023. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XXXII semana del tiempo ordinario.