Cuando venga el Hijo del hombre, se sentará en su trono de gloria
La historia humana, llegada a su consumación, tendrá que comparecer ante Cristo. La palabra del Señor decreta el destino eterno, pero no lo crea. El juicio sucede en la historia, aunque se decreta sólo a su término. Sucede en la historia porque ya sabemos de qué y por qué somos juzgados. El bien negado es un mal futuro. Todos los bienes que negamos son los males que nos acusan.
Las palabras de Cristo en ese día serán: «¡Vengan!» ó «¡Apártense!». Mas, si lo pensamos bien, esas palabras no son otra cosa que un espejo de las obras de unos y otros. Los que se acercaron a Cristo escucharán que Cristo les dice que se acerquen; los que se apartaron de Cristo escucharán que Crsto les dice que se aparten. El gran juicio es sólo un espejo ampliado de la vida que llevamos.
Cristo está oculto en los pobres. O dicho de otro modo: la pobreza es el ámbito en que Cristo se revela. No es nuevo esto para quien haya leído el Evangelio. En la pobreza se revela la gracia porque pobreza significa: límite de nuestras fuerzas y, por tanto, límite de nuestras pretensiones. La pobreza no es una decoración o un capricho de Cristo; es la condición única en que podemos descubrir un amor que existe donde nosotros no podemos dominarlo. (#fraynelson)
26 noviembre 2023. Textos bíblicos y mensaje en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.