Evangelio Dominical

El que coma de este pan vivirá para siempre

Cristo, verdadero pan de vida, se da a nosotros alimentándonos, para que tengamos vida eterna, permanezcamos en Él, y Él en nosotros.

Al alimentarme de Cristo quedo en manos de su poder que me transforma ¡Bendito misterio eucarístico que se renueva en cada Santa Misa!

Jesús nos dice que seguirlo va a ser duro, que debemos tomar la cruz cada día, pero cuando te alimentas de Él empiezas a descubrir algo maravilloso, que la vida que de Él recibes la puedes compartir.

18 agosto 2024. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XX semana del tiempo ordinario. Cliclo B

Yo soy el Pan vivo

Este domingo continuamos la lectura que iniciamos hace dos semanas del capítulo sexto del evangelio de Juan; se trata del discurso del Pan de Vida, que tiene su comienzo en un hecho –la multiplicación de los panes– pero que se convierte en un mensaje trascendente.

Del pan que sacia un día, Jesús pasa a revelarnos el pan que sacia para siempre. Del pan preparado en nuestros hornos, pasa a revelarnos el Pan que viene del cielo. Del pan hecho con nuestro trigo, al Pan que es Él mismo.

De esta manera, el pan mismo se convierte en una inmensa parábola que habla del hambre humana y de la providencia divina, de nuestra indigencia y de su largueza, de su vida que sostiene y de la muerte que nos acecha, de nuestra necesidad de permanecer y de su gracia, que nos hace perdurar y ser fecundos.

11 agosto 2024. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XIX semana del tiempo ordinario. Ciclo B.

Buscadores del pan que sacia verdaderamente

El pan que llega como regalo, el «Pan del Cielo» es Cristo. Esa expresión indica varias cosas. Por lo pronto implica que Él es el gran recordatorio del plan y las condiciones iniciales, las de la creación. Luego, es una enseñanza viva: la salvación es gratuita, es por gracia, porque la existencia misma ya es una «gracia,» ya es un don. Y ambos dones, el de existir y el de ser salvo, nos han llegado por Cristo.

Por otra parte, el Pan del Cielo no ha caído solo, ni ha caído porque sí. El Pan del Cielo ha sido regalado y todo receptor de este regalo ha de preguntarse por quién es el donante. El donante, según explica Cristo, es Dios nuestro Padre. Recibir a Cristo como don es recibir al Padre como donante. Y recibir al Padre como donante es admitir que uno mismo es don, a imagen de Cristo.

4 agosto 2024. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XVIII semana del tiempo ordinario. Ciclo B

Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicien

En la escena que contemplamos, Jesús, explícitamente pide que las sobras sean recogidas. ¿Por qué? Puede suponerse que es como una señal de valoración del alimento humano, o de respeto ante los pobres que carecen de ese pan, pero lo más posible es que haya aquí un significado más hondo. Las sobras son señal inequívoca de la saciedad y también signo elocuente de la abundancia. El profeta está anunciando que, cuando se cree en la Palabra, Dios es capaz de saciar a todos con abundancia que supera todos nuestros cálculos.

El lenguaje de la abundancia contrasta con el modo humano usual de razonar. Cuando uno piensa mucho en el dinero que tiene ahorrado o en los alimentos que guarda en su despensa, casi siempre presiente que no le va a alcanzar. Dios razona de otro modo. Dios piensa desde el poder de amor y poder de creación que le es propio. Si nuestra mezquindad anuncia cuán limitados somos, su largueza proclama que él no tiene límites.

28 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XVII semana del tiempo ordinario.

Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco

La fuerza de la palabra de Jesús, que cambia, que cura y salva del mal, necesita momentos vividos en compañía de Jesús; de otro modo corre el riesgo de quedarse en un entusiasmo pasajero. Nos exaltamos, y después nos deprimimos o nos desanimamos. Por esto Jesús no se contenta con que las cosas hayan ido bien, y dice a los discípulos: «Vengan también ustedes aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Ese reposo es el reposo de la escucha y de la oración: «Vegan también ustedes aparte» es la invitación cotidiana de Jesús a estar con él. Estar con Jesús es la primera tarea de quien es llamado a ser su discípulo. 

21 julio 2024 Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XVI semana del tiempo ordinario.

Llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos…

En el evangelio sigue el tema del envío, esta vez referido a los apóstoles, palabra que precisamente quiere decir eso: enviados.

Es de destacar que quien va en el nombre de Jesús tiene de algún modo la autoridad de Jesús y está facultado para obrar como Jesús. El tipo de prodigios y curaciones que se cuentan de los apóstoles es completamente análogo a lo que se dice de Jesús mismo: expulsan demonios, curan enfermos, predican con poder.

Por los evangelios mismos sabemos que no todo fue así de amable en la vida y e ministerio de los apóstoles. La mayor parte de ellos murieron mártires. Así como ellos participaron de la vida del Señor y de su ministerio, así es lógico que hayan participado de su pasión, muerte y resurrección.

14 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XV semana del tiempo ordinario.

Estaba extrañado de la incredulidad de aquella gente

Los paisanos de Jesús creían que lo conocían y por eso pensaban que podían deducirlo o explicarlo a partir de lo que habían visto de él, cuando en realidad no habían visto nada, porque los ojos de la gente suelen estar cerrados para el bien que no hace ruido ni se hace propaganda. Así que como no sabían nada de él, juzgaban que nada se debía esperar de él: creían que lo conocían.

Jesús se extrañó de la falta de fe de sus paisanos. Esto deja un tono de cierta melancolía a la reflexión de hoy. Perder la fe es perder el puente y la puerta a todo lo demás que sigue, y todo lo demás que sigue es grande. Perder la fe es escoger el hambre y desechar el pan.

7 julio 2024. Textos bíblicos y mensaje del Domingo XIV del tiempo ordinario. Ciclo B.

Muchacha, a ti te digo, levántate

En el evangelio vemos a Jesús restaurando la vida, en dos momentos distintos: en una persona enferma, primero, y en una niña ya difunta, después. Llama la atención que él se sabe y siente dueño de esa fuerza de vida, y que sabe cuándo ha «salido» de él, como se nota por la historia de la mujer que quiso «sacarle» un milagro a escondidas.

Es decir: Jesús es propiamente Señor de la vida y así se manufiesta. No sólo la tiene y la concede, sino que sabe el don que ofrece y a quién lo da.

Miremos, ademas, la escena cargada de fuerza y de ternura en la que el Señor Jesús levanta con su mano y con su voz a la niña muerta. Esa palabra no va hacia un muerto sino a crear de nuevo la vida. Y esa mano extendida tiene su sentido espiritual también. La Ley de Moisés prohibía tocar cadáveres, y quien los tocara quedaba «inmundo» por siete días (Números 19,11). Pero Jesús no se ensucia al tocar a la niña sino que la limpia de las sombras de la muerte.

Textos bíblicos y mensaje del domingo XIII del tiempo ordinario. Ciclo B.

Señor, si quieres, puedes curarme.

Podemos aprender del evangelio de hoy cómo se ganan las batallas contra el mal. Sabemos que no es una cuestión de magia, es cuestión de fe. El leproso de este pasaje suplicó al Señor Jesús, puso su necesidad en su corazón y en sus manos.

El evangelio nos dice que el Señor «se compadeció.» Hizo más de lo que el leproso había pedido: «extendió su mano y lo tocó.» Esto estaba prohibido por la ley de Moisés, era una medida sanitaria para evitar la propagación del mal.

Esta ley preventiva del contagio del mal se centraba en el poder del mal que se propaga y perdía la perspectiva del contagio del bien. Jesús será el maestro de la cercanía y enseñará que el poder de Dios es más fuerte y que vence al mal allí donde parece imposible.

28 junio 2024. Textos bíblicos y mensaje del viernes de la XII semana del tiempo ordinario.

¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?

La barca se zarandea por la tormenta y Jesús duerme; los apóstoles se preocupan cada vez más y su miedo aumenta, mientras que Jesús continúa durmiendo tranquilamente. Parece que a Jesús no le importe lo que les pasa, su vida, sus familias. El espanto crece cada vez más hasta que los discípulos despiertan a Jesús y le reprochan: «¿Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?». 

Es un grito de desesperación, no hay duda, pero podemos leer en él también la confianza en aquel maestro. Es una pregunta tal vez un tanto brusca, pero contiene al mismo tiempo una esperanza. También nuestra oración a veces es como un grito de desesperación que quiere despertar al Señor.

23 junio 2024. Textos bíblicos y mensaje del domingo de la XII semana del tiempo ordinario. B.